Febrero de 1989 - los días 27 y
28-, es recordado en la historia reciente de nuestro país por los complejos
sucesos que en la literatura han sido llamados el “caracazo” o el “sacudón”.
Realmente fue un fenómeno que ocurrió más allá de la capital y se tradujo en
levantamientos colectivos populares a partir de problemas de precios y escasez
de bienes y servicios esenciales.
Previos a estos sucesos ya se
había instalado la comisión tripartita que revisaba y discutía el salario
mínimo nacional. El ritmo de la negociación fue de pronto acelerado por estos
acontecimientos de calle, lo que facilitó que la negociación concluyera
favorable y rápidamente para ajustar el salario.
Dos elementos se rescatan de
estos párrafos iniciales. Por un lado, que la inflación y la escasez son estimulantes
claves de negociaciones en materia salarial. Y por el otro, que la protesta de calle
es muy influyente de lo que ocurre en las mesas de negociación.
En el continuado desarrollo de la
grave situación de precios, así como de escasez de productos y precariedad de
servicios públicos, han determinado que las protestas laborales ocupen la
primera causa de protesta nacional.
El conflicto universitario por
recuperar mejores condiciones de trabajo así como para el ejercicio de la
academia, moviliza a sus segmentos laborales, así como a una importante
proporción de los estudiantes.
En el medio universitario desde
1982 se estableció para las negociaciones salariales las Normas de
Homologación, que se asemejan a la revisión de los salarios mínimos en tomar como bases los índices de inflación
del BCV. En su artículo 13, se señala:
“Las tablas de sueldo serán revisadas por el Consejo
Nacional de Universidades cada dos años y se tomará en cuenta como criterio
para su modificación el índice promedio [Nacional] del costo de la vida durante
los dos años anteriores, según los datos del Banco Central de Venezuela. Los
beneficios adicionales serán revisados también cada dos años. A tales fines, se
consultará la opinión de la Federación de Asociaciones de Profesores
Universitarios de Venezuela (F.A.P.U.V.)”
Años más tarde, la Ley Orgánica del Trabajo,
de 1990, estableció en su Articulo 167:
“Una Comisión Tripartita Nacional revisará los salarios
mínimos, por lo menos una vez al año y tomando como referencia, entre otras
variables, el costo de la canasta alimentaria. La Comisión tendrá un plazo de
treinta (30) días contados a partir de su instalación en el transcurso del mes
de enero de cada año, para adoptar una recomendación.”
La
Constitución de la RBV en su artículo 91, reitera la revisión anual y que una
de sus referencias será el costo de la canasta básica. Luego el DLOTTT del 2012, establece el
procedimiento y omite el mecanismo tripartito, dejando en manos del Ejecutivo
Nacional fijar el salario mínimo, “mediante
amplia consulta.. de las distintas organizaciones sociales e instituciones en
materia socioeconómica” –art. 129-
Con
las referencias anteriores se observa que las NH revisan las tablas de sueldos
del personal académico de las universidades,
y que lo relativo a los salarios mínimos nacionales, sea el régimen tripartito establecido en
1990, o el centralizado en el Ejecutivo de los últimos años, tienen en común
que refieren a los datos del BCV sobre costo de vida y costo de la canasta alimentaria.
Es por supuesto lógico que las revisiones
salariales de los mínimos y de los salarios en general tengan presente los
índices del BCV que afectan directamente al salario nominal de los
trabajadores. Según cómo se manejen los incrementos estaremos en presencia de
tres hipótesis: 1- aumentos reales de salarios; 2-mantenimiento salarial; y 3-
pseudo aumentos, que simplemente constituyen rebajas salariales, que es lo que
ocurre al no compensarse al menos el deterioro salarial por la inflación.
La primera hipótesis se conoció en los
sueldos universitarios en los años sesenta y setenta, luego la segunda
–mantenimiento salarial- sólo en contados años, que fueron los primeros de la
vigencia de las NH, y a principios del período bolivariano. Pero la mayor parte
del tiempo los sueldos universitarios han estado en la opción tercera, es decir
los engañosos pseudo aumentos, ya que ocurren desfasados, atrasados y por
debajo de los índices del costo de vida.
Se destaca que esto último es la política
general salarial que desde el Estado ha predominado para sus servidores.
Escapan de esta crisis algunos segmentos laborales al servicios del Estado, pero
sólo en algunos específicos períodos, como es el caso de los militares, el personal
del Seniat, los Jueces.
Toda política salarial que no descanse en los
índices de aumento del costo de vida es inconsistente y lesiva para los
trabajadores. En ese sentido, tanto teórica como técnicamente las NH es una
propuesta asertiva. Una revisión salarial general que se elabore a partir de un
sistema así debe ser el piso, para ir a partir de ahí buscando opciones que
mejoren los salarios reales, según diversos factores que forman parte de la
política del organismo empleador específico negociador, así como del ámbito
económico y social general.
Sobre la vigencia de las NH, a la fecha no
existe ninguna disposición derogatoria, sin embargo si el Ejecutivo y el Estado
en general se planteen derogarlas, en tal caso cabe invocar tres principios
constitucionales que han de respetarse como son los de progresividad,
intangibilidad e irrenunciabilidad – Art. 89 de la CRBV-Ello conlleva la
hipótesis de que las NH puedan ser sustituidas por una opción de revisión
salarial más avanzada, que ofrezca mayores garantías de ajustes y mejoras
salariales.
Con el deterioro continuado de los salarios
reales, en todo el aparato público nacional, ocurre que al final los
trabajadores también financian con su deterioro de calidad de vida, la
prestación de los servicios estatales. Confabulándose sin proponérselo a que
las políticas económicas y sociales en general sigan siendo erráticas y no se
produzcan los cambios necesarios, que corrijan tanta distorsión, corrupción e
impericia. Al final nuestro deterioro de la calidad de vida es la financista.
2 comentarios:
Gracias por su aporte al tema. Me queda una inquietud en relación al cierre del artículo ...
"Al final nuestro deterioro de la calidad de vida es la financista."
¿qué significa realmente?
Hola! .. La frase previa .. Conectada con esta del cierre del artículo, nos da la explicación q queremos llamar la atención.. Es decir, el deterioro de nuestros ingresos ayuda sin proponerselo a mantener la corrupción, desastre e impericia gerencal¡,
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