viernes, 21 de abril de 2023

POR QUÉ JORNADAS DE LUCHA POR UN SALARIO DIGNO

 Trabajadores del sector público de las áreas de educación primaria, de la salud y de otros entes estatales, organizaron una jornada regional para el abordar la extrema situación de penuria que viven los trabajadores del país. 


  Como planteamientos introductorios del evento, el primer reconocimiento es el grave estado de el Trabajo. El sistema productivo experimenta un deterioro, se reconoce que también el Capital vive dificultades. Pero a los trabajadores les toca la peor parte de los resultados de la conducción tanto del país como de su actividad productiva. 


Por un lado  se tiene a los trabajadores como productores y por otro como consumidores. Su disposición para la actividad laboral no encuentra lugar para un alto porcentaje, y si la tiene no es compensado para garantizarle  la subsistencia. De ahí resulta la diáspora en proporciones nunca vistas en el continente americano, y una de las mayores del mundo. En lo segundo, no ser remunerado para compensar la actividad laboral que se realiza, hace que el trabajo pierda sentido de justicia y equidad que le caracteriza en una sociedad conducida responsablemente, ya sea que se convierte en una mezcla de significados, por un lado en un voluntariado, por otro en una situación de casi esclavitud, te mantienes en él porque es parte de la cultura con la cual se formó el trabajador para prestar una actividad laboral, identidad muy presente en los sectores mayoritarios de estas jornada, es decir salud y educación.  


Cuando se destaca no ser remunerado y la falta de sensibilidad patronal y estatal en la administración, es porque los salarios en el sector público en este último terrible año han estado en niveles de 40 y 60 dólares con bonos incluidos, es decir niveles de pobreza, muchos de ellos en la extrema. Por supuesto ampliamente depurados y violados los convenios colectivos, vía Memorándum  2792, que representan conquistas  y apoyos para beneficios complementarios que forman parte del salario social, como salud, becas para hijos, previsión social.  


Para subsistir los trabajadores se ven obligados a diversas estrategias de sobrevivencia, sea reducir al mínimo sus gastos, realizar otras actividades que le den ingresos y auto explotarse, recibir la ayuda de familiares que están en el exterior. En fin ajustes popularmente identificado como "apretarse el cinturón". 


Hay muchos de ellos que la afectación de su salud física y mental, lo deprime y hasta pierden capacidad de luchar y reclamo, de ahí la importancia de apreciar quienes en tan adversas condiciones preservan energías, talento y disposición para continuar con sus reclamos y movilizaciones. 


Es cierto que las políticas neoliberales en la conducción económica previas al presente régimen, en ellas la participación del trabajo en los ingresos  se venía reduciendo, expresando una creciente desigualdad y la ampliación de la brecha entre ricos y pobres. Las relaciones de trabajo son un medio para reducir la desigualdad ya que mejoran los de trabajadores cubiertos, dando lugar a la diferencia de salarios y condiciones de trabajo, al compararse con aquellos que no logran esta cobertura, y en líneas generales más con los informales.


Pero el régimen actual ha destruido las instituciones de las relaciones de trabajo, (sindicatos, negociaciones colectivas, administración del trabajo, dialogo social y previsión social), al tiempo que ha creado otras, que aquello que encontraron resultante de las políticas neoliberales hoy están en peor estado. Por supuesto que la autodenominación de socialismo del siglo XXI, es una mezcla de elementos de extremo estatismo, que visto los fracasos han abierto las puertas a improvisadas aperturas, pero para aprovechamiento selectivo de adherentes del régimen, todo dando lugar a un desordenado funcionamiento que hace al país vivir una situación de caos. 


Finalmente, resultando que la participación del trabajo en el ingreso nacional alcanza apenas un 10% (OIT 2022 https://ilostat.ilo.org/es/topics/sdg/#). Tanto el salario mínimo como esta participación del trabajo, hacen del régimen que impera en Venezuela de lo más anti laboral que existe actualmente en el continente.