Los actores laborales típicos son el Estado, los Empresarios y los Trabajadores organizados. Es importante analizar sus posiciones en torno al proceso de elaboración de la reforma laboral en desarrollo. Tomará más de un artículo poder hacer hacerlo.
Vinculado con este proceso importa considerar a otros actores que tienen interés con el fenómeno y por tanto fijan posición al respecto, tales son los casos de comunidades, partidos políticos, organizaciones no gubernamentales y sectores académicos. En este breve artículo no se profundiza sobre su participación, pero se tienen presente para futuros análisis.
El contexto en el cual se desarrolla este proceso se caracteriza fundamentalmente por dos rasgos relevantes. Uno la polarización y el otro la campaña electoral. Los dos son hechos políticos más que sociales y económicos.
La polarización se evidencia en la apelación a las llamadas cuarta y quinta república, como causa y solución de los problemas de la sociedad venezolana. También entre el socialismo y el capitalismo. Es ideológica porque desde las fuerzas en el poder se promueve un cambio profundo; no se trata de matices o estilos, sino de un cambio sistémico. Al menos el discurso y las proposiciones dominantes así lo pretenden. Aunque los resultados pudieran poner en duda algunos supuestos.
La campaña electoral está igualmente marcada por radicalismos. Por ello se llega al extremo de que emerjan dilemas extremos, como si se reconocerán o no los resultados, que si las fuerzas en el poder, en caso de perder lo entregarían o no. Para tener referentes, obsérvese que este tipo de dilema no se plantea en ninguna de las elecciones que se han efectuado o están por efectuarse en el todo el continente.
El que la polarización sea marcadamente ideológica y política, no coloca el problema social y económico como ajeno. Hay una obvia vinculación. Sin embargo se soslayan. Es parte de la misma marcada ideologización y politización.
En cuanto al Estado y el tema de reforma que analizamos. Hay que destacar la hegemonía que tiene el Poder Ejecutivo en la figura del Presidente de la República sobre los demás poderes públicos, lo que ha puesto de lado el clásico balance de poderes. El Legislativo es una caja de resonancia del Ejecutivo, del Presidente para más señas. Por ello más de una década con el compromiso de la reforma laboral pendiente. Algunos ejercicios desde la Asamblea Nacional, pero sin la señal definitoria de Miraflores.
La animosidad del poder constituyente de 1999 en agregar al texto constitucional las disposiciones transitorias que hacían referencia a reformas constitucionales de carácter laboral no fueron asumidas por los poderes Legislativo y Ejecutivo, al menos hasta ahora. Más bien desde el Poder Judicial se emitió un recordatorio y exhorto al Legislativo que debía cumplir con el mandato, pero no tuvo mayores efectos. Realmente al ser poderes subordinados no pasaría nada hasta tanto el Poder Presidencial lo decidiera.
En los últimos meses una Comisión Presidencial con integración oficialista, se le asigno la tarea de elaborar la propuesta. Ministros (Relaciones Exteriores, Trabajo y Seguridad Social, y Planificación y Finanzas), Parlamentarios –tres y sólo de corriente oficialista-, Procurador, Magistrados, Sindicalistas –tres y sólo de la nueva central oficialista- , un Empresario y tres juristas. Según integrantes de la misma, a tres meses de su nombramiento no se ha instalado ni reunido plenamente; hecho que llama a la reflexión, teniendo un lapso tan breve para cumplir su cometido. Cierto que algunos miembros, juristas y sindicalistas, evidencian activismo en el avance de consultas y declaraciones. Los medios de comunicación ávidos de declaraciones sobre la materia han encontrado receptividad en estos miembros de la comisión.
Por supuesto que el dilema de si esta es la vía idónea y legal para la construcción legislativa está planteado desde el mismo momento del anuncio de la comisión. Se conoce de iniciativas ante órganos jurisdiccionales sobre el particular.
Igualmente es destacable que la representación parlamentaria, sindical y empresarial es sesgada, se ignora a quienes han exteriorizado algún criticismo hacia las políticas oficiales. Incluso la bolivariana UNT no fue convocada.
4 comentarios:
La nueva ley del trabajo proximamente a ser aprobada por el gobierno de Venezuela, introduce un elemento que puede afectar seriamente la institucionalidad laboral y empresarial del pais, se trata de la reduccion de la jornada laboral, de ocho horas diarias diurnas a siete horas y seis horas y media nocturnas aproximadamente, muy por debajo del estandar de nuestros socios y vecinos latinoamericanos incluyendo cuba, en donde se labora en un regimen de ocho horas por jornada de trabajo. Esto sin duda alguna puede afectar la productividad y el desarrollo del pais, ya que esta medida politica con fines populista, nos coloca en desventaja con respecto al resto de los paises del continente. La reuduccion de la joranada laboral debe hacerse en funcion de un planteamiento de discusion con los paise latinoamericano y el Mercosur.
Hemos eliminado dos comentarios de Alexis Enrique Blanco, sencillamente porque estaban repetidos. Pero nos complace recibir comentarios sobre los asuntos analizados.
Publicar un comentario