lunes, 20 de marzo de 2023

Profesores sin previsión social y la necesidad de recuperarla.

   Apenas se reabría la Universidad de Carabobo, luego de un prolongado cierre más de cincuenta años, nacía su Instituto de Previsión Social -IPAPEDI-, para atender al personal docente y de investigación, lo que su nombre mismo indica, la previsión social, coherente esquema en el marco de la autonomía universitaria.

 Los profesores y su empleador aportaban cada uno, a elección del contribuyente un 5 o un 10% de su salario integral, así que el profesor contaba con un ingreso extra de 10 o 20%, administrado dicho ahorro por los profesores electos de la propia comunidad. Cíclica y regularmente se hacían las elecciones, y nuevas juntas administradoras, acompañada de un discreto equipo de funcionarios contratados, administraban esos recursos para atender necesidades de salud, de vivienda, préstamos para varias necesidades  familiares (ejemplo salud, educación, vacaciones), y también vales de caja para urgencias sobrevenidas. Al lado de ello se administraba un montepío que atendía los gastos funerarios. Cincuenta años de administración permitieron brindar a los profesores una previsión y asistencia social, que era un modelo y al tiempo que un atractivo para aquellos talentos que veían la universidad como una alternativa para la carrera académica, no era extraño que algunos dejaban empleos en el sector privado o ejercicio liberal, o también algunos entraban temprano a esta carrera, que gozaba de una previsión social real. Era todo un sistema en las universidades autónomas que le descargaba al gobierno central el tener que administrar la previsión social.


  Lo anterior se fue acabando a medida que la política gubernamental fue restringiéndole recursos a las universidades, incluso antes de estar en el grado actual de profesores en pobreza, como la de aquellos que no tienen ingresos para adquirir la canasta alimentaria. Es imperioso que organicemos escenarios para armonizar la creación de programas de salud para una comunidad disminuida en su calidad de vida e ingresos.


  Cierto que para los institutos de previsión social es un escenario complejo, lo cual le exige a quienes la dirigen fortalecer la integración con los dueños de los recursos que se acumularon en tiempos de normalidad, la comunidad de profesores activos y pasivos. Destacando que éstos últimos en un porcentaje aún realiza tareas para la institución propias de activos. En tal estado se demandan procesos transparentes de la administración. La desconfianza en la manera de gestionar ha aparecido y superarla obliga a los actuales administradores a obrar con celo y respeto a las formalidades.  


La asamblea de profesores jubilados celebrada este 20 de Marzo, exteriorizó fallas que quebrantan e impiden el análisis de una gestión. Casi dos horas de presentación de láminas con predominio de datos numéricos en una pantalla, que no podía ser vista con claridad, no es suficiente para el análisis que permita aprobar o improbar el conjunto de planteamientos. Muchos elementos requieren aclaratorias. 


Recién se pudo saber que hay un conjuntos de materiales en la pagina web de Ipapedi, favorable que haya sido reactivada. Salvo informes relacionados con lo presentado hoy, un aviso de tarifas del HCM y las reservas del casas de playa, se observa  en el resto que la pagina solo muestra informaciones del 2017 hacia atrás. Un lugar web con tal atraso deja de cumplir su función y por supuesto no tiene sentido visitarla. Pero la comunidad  necesita contar con el acceso a los mismos informes que llevará la Junta Administradora y Consejo de Vigilancia a la asamblea, y para ello hay que darle oportunidad de leerlos y entenderlos. 


No menos importante es que una asamblea no es solo convocarla con una agenda determinada, hay que ofrecer unas pautas de funcionamiento de la presentación. Normas de la asamblea, exigen un Director o Moderador del Debate, asegurarse la claridad y visibilidad de la información que se va a presentar, los derechos de palabra y un lapso para una 1era, y si se requiere una segunda intervención, ya será algo menos, y muy importante un método de votación. Recordemos la asamblea es de todos, no es solo de la Junta Administradora y Consejo de Vigilancia, son esenciales las condiciones para la toma de decisiones por parte de los afiliados Hoy todo esto fue inexistente, lamentablemente. 


Nuestra crisis de la previsión social no está para esperas, exige decisiones prontas de todos los de la comunidad.  

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