En el marco del Proyecto: “La Juventud Venezolana Protagonista de la Democracia”, de la Universidad Católica “Andrés Bello”, han venido celebrando eventos de presentación de los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud en alianza con otras Universidades e instituciones interesadas en los jóvenes. La encuesta recogió datos de los aspectos más relevantes de los jóvenes, esfuerzo de indagación que comprendió más de cuatro mil hogares en todo el país y que no se realizaba desde 1993. Para ubicar uno de los aspectos importantes que justifican indagar en este colectivo, el proyecto destaca “Hoy Venezuela cuenta con casi 8 millones de hombres y mujeres jóvenes (15 a 29 años), quienes representan una cuarta parte de la población total y demandan bienes y servicios acordes a las necesidades propias de esa fase del ciclo de vida, y cuya atención muchas veces está fuera del foco de las políticas públicas.”
La presentación de los resultados de la encuesta va más allá de brindar al público una síntesis con sus láminas de gráficas y datos, ya que esto se constituye en un preámbulo para una actividad participativa, que reúne a los jovenes en mesas de trabajo para discutir estos resultados a la luz de sus vivencias y expectativas. En ese orden nos tocó compartir con un grupo de jóvenes la mesa de Trabajo y Capacitación.
Con soltura un grupo de catorce jóvenes expresaron sus inquietudes, sus aspiraciones y hasta soluciones. Como es natural el grupo era mayoritariamente femenino, porque siendo el evento en una institución universitaria, aun cuando convocó y respondieron a la cita a jovenes de otras áreas como grupos de ecologistas, religiosos, culturales, deportivos, políticos, entre los más visibles, cierto que predominaban los jóvenes de la casa universitaria aliada en la organización del evento, y en la educación superior la población femenina es abiertamente mayoritaria, como fue este caso en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo.
En la mesa de Trabajo y Capacitación, de entrada se expresaron inquietudes y preocupaciones, empezando por preguntarse si conseguirán empleo, y si el mismo será de calidad, como el que conocieron sus abuelos y sus padres al empezar su vida laboral en estas mismas edades. Algunos pocos con abuelos extranjeros, de quienes admiran los proyectos que concretaron estos antepasados que vinieron de otros países y hasta de otros continentes con casi nada en el bolsillo, y al poco tiempo echaron raíces porque encontraron condiciones para construir una vida productiva y estable.
Se mencionó la existencia de legislaciones y en general protecciones para el trabajador, pero que gran parte es letra muerta. Que siendo el Estado la mayor fuente de empleo, para ingresar en cargos predominan las conexiones partidistas, además en el privado importan las palancas.
Les inquieta que aquellos que consiguen empleos, en la mayoría de los casos los niveles de ingresos son insuficientes para vivir, ya que generalmente quienes están en la búsqueda de su primer empleo la oferta predominante es con el salario mínimo, y no es posible vivir con tan poca cantidad. Les inquieta que aquellos teniendo empleos, los ingresos de esas personas aún contando con alguna experiencia también tienen bajos ingresos, y que por tanto ellos que aún no la han logrado no les van a ofrecer mayores cantidades, y para rematar igualmente que les piden experiencia y en muchos casos son descartados en la primera ronda, al no tenerlas.
De la vida formativa en los centros de educación, se manifestó que aspiran que se integre más la formación con los centros de trabajo. Esto dio oportunidad para mencionar dos experiencias de formación ejemplares en la integración que los jovenes manifestaron, se trata del Programa Nacional de Aprendizaje del Ince, institución creada en 1960 y que por varias décadas era ejemplo de síntesis entre la formación de aula y la vivencia productiva, y su programa de aprendizaje fue desde el inicio una carta de presentación de este ente. Luego con el nuevo instituto, ahora Inces, con la s de socialista al final, emergieron otros ensayos que le han quitado peso a una experiencia modelo en la capacitación e inserción laboral en nuestro país, sino también más allá, ya que no sólo este concepto de aprendizaje se ha puesto en práctica en nuestro caso, sino que es una concepción universal, probada y valorada.
La otra experiencia formativa virtuosa en la integración entre la institución formadora y los centros de trabajo, es la de los médicos. Si bien la formación empieza en aula, irá a medida de su avance trasladándose al centro de atención de salud, hasta que la segunda parte de su carrera la transcurrirá casi totalmente en estos centros. Esta formación ha venido experimentando modificaciones porque desde el gobierno se viene fomentando otro enfoque formativo -médico integral comunitario-, que ya en los pocos años de puesta en vigencia se ha probado que no ofrecen las competencias de la formación tradicional, ofrece otras. Agregaría que la formación integral comunitaria tiene su espacio que atender, pero no sustituye lo que ha sido la formación integrada conocida y practicada.
Les inquieta que la situación económica que da lugar al cierre de fuentes de trabajo, especialmente de empresas manufactureras, estas al final sean sustituidas por importaciones. Reconocen que las empresas que se cierran aparte de oportunidades de trabajo que se pierden, también se pierden espacios de aprendizaje. Claro siempre que las oportunidades de pasantías estén organizadas y supervisadas con mayor responsabilidad por las dos entidades, tanto la formativa como la productiva. Algunas comentaron que en su pasantía no le enseñaron mayor cosa, otro que su supervisor en el centro productivo le decía que al él no le pagaban por enseñar, que aprendiera por su cuenta.
Terminando, los proyectos de irse del país dio lugar a un debate. Aquellos que lo piensan como su proyecto personal, y otros que se sienten comprometidos con su país. Admiten que los que se van es capital que perdemos, porque ya están formados.
Interesante experiencia, pero estos jovenes de nuestra mesa son los que están en mejor situación, tomemos en cuenta que una cuarta parte de los jovenes no trabaja ni estudia, doblemente excluidos, y que la mitad abandona la educación sin concluir el bachillerato.
@hl_lucena
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