viernes, 21 de agosto de 2009

Las Relaciones de Trabajo: inclusión y exclusión


-->Continuando con el tema de la Violencia Sindical, como expresión de la fragmentación de las Relaciones de Trabajo, se presenta en la nota a continuación como éstas ofrecen la posiblidad de constituirse en una opción inclusiva.
Las Relaciones de Trabajo –RT- forma parte de los procesos de modernización construidos como resultante de la combinación de las luchas generadas por los movimientos de trabajadores, y las respuestas y propuestas del capital y las elites políticos económicas, todo con el objeto de garantizar las condiciones para el

-->desarrollo productivo. El eje de las RT descansa en la convivencia entre el trabajo asalariado y el capital, y las necesidades de la producción y el bienestar de los productores – trabajadores y empresarios-. 
La construcción de las RT es un proceso histórico de acumulación de experiencias y procesos, que tienen antecedentes concretos y que exteriorizan continuidad en nuestro país, desde mediados de la década de los treinta. El nacimiento de la democracia venezolana es una condición política necesaria para el surgimiento de las RT, así también la existencia de procesos productivos en el ámbito económico que aglutinen numerosos contingentes de trabajadores en condiciones de relaciones productivas claramente capitalistas, como es el caso de la explotación petrolera en la Venezuela de esos mismos años.
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Al tiempo que el país logró condiciones para que su sistema democrático se estabilizara y su aparato productivo se modernizara y extendiera a diversas ramas o sectores, así como en la vasta geografía nacional, en esa medida se fueron creando las condiciones objetivas para la difusión y extensión de los mecanismos propios de la RT, como son los sindicatos, las empresas y sus prácticas de relaciones cotidianas y estables de intercambio dada la convivencia; además de las instituciones estatales de inspección y solución de las diferencias que las partes o actores tengan.
La construcción de las RT descansa además de las iniciativas de los actores del lado del trabajo, que en un primer momento pueden resultar frustradas totalmente, en la capacidad de que se alcance alianzas que permitan consensos y se concreten grandes acuerdos de carácter nacional, que luego tienen expresiones en los sectores productivos y en las empresas concretas. Pero todo esto demanda que se construyan y funcionen diálogos entre las representaciones genuinas de los actores políticos, económicos y sociales. Teniendo presente que su expresión en lo laboral implica el diseño y funcionamiento de mecanismos y procesos para el normal relacionamiento para atender las diferencias y la convivencia.
Las RT surgen acompañando discursos modernizadores, que tuvieron repercusión real en nuestra sociedad, ya que por un lapso importante fue creciente el mejoramiento de los niveles productivos de las empresas y de la calidad de vida de los trabajadores de los sectores modernos. La aspiración de los jóvenes que se
-->incorporaban al mercado laboral era acceder a un buen empleo, que además significaba la sindicalización y la cobertura del convenio colectiva, y para los sectores medios y altos, poner en práctica el ejercicio profesional de unas calificaciones alcanzadas en la educación superior o en instituciones especializadas de la formación profesional.
Pero las RT no se extendieron a toda la sociedad, como igualmente ocurrió con la legislación laboral, y con las instituciones de la seguridad social. Ocurrió lo que Robert Castel (1995) denomina una zona de integración, otra de vulnerabilidad y otra zona de exclusión. Los alcances de las RT cubrieron a una parte de la población, aquella que laboraba en los llamados sectores modernos de la economía privada, y casi en toda la administración pública; estos contaban con sindicatos y convenios colectivos, y sus empleadores ponían en práctica modernas políticas de gestión de personal. Sin embargo se nos quedo por fuera más de la mitad de la población. Por un lado lo que apenas eran receptores de la protección mínima de la legislación, pero sin beneficios de las instituciones colectivas, y finalmente lo que carecían de todo tipo de protección.
En este contexto, los empleos en algunos sectores se convirtieron en privilegiados, no porque se trabajara menos o las jornadas fuesen blandas, sino porque había una política empresarial moderna, organización sindical efectiva y un contrato colectivo que mejoraba ampliamente los mínimos de la legislación laboral y de la seguridad social, y se materializaba un mejoramiento continuo de la calidad de vida del trabajador y su familia.
Desde los años ochenta en adelante, este continuado proceso de mejoramiento empezó a encontrar dificultades. Las Relaciones de Trabajo y sus instituciones perdieron su naturaleza progresiva. Cesó por varios años continuos el incremento de los salarios reales, de la sindicalización, de la cobertura de las negociaciones colectivas. Los salarios y la calidad de vida venían mejorando continuamente desde los años de los años treinta; un poco menos prolongado los otros factores, como la sindicalización y las negociaciones colectivas. En la segunda mitad de los ochenta la continuada inclusión de las RT llegaron a su termino, y se abre una etapa que presenta más dificultades para acceder a un empleo, así como una desmejora en la calidad de los mismo. En estos años se empiezan a manifestar una serie de limitaciones en el funcionamiento de las RT que denominamos el inicio de un proceso de su fragmentación, que alcanza su clímax con la violencia sindical de los últimos cinco años.

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