Si bien el cooperativismo es una forma de organización asociativa y empresarial que coexiste con las empresas privadas y estatales, y el implica participación en la propiedad y obviamente con ello la participación de los trabajadores – en este caso socios- en su gestión global. Pero hay que tener claro que el cooperativismo es considerado un elemento extraño al Derecho del Trabajo, y tampoco es un elemento central de las Relaciones de Trabajo, “porque los socios de las cooperativas son justamente eso, socios y no trabajadores en relación de dependencia (Cuartango 2003:14); además este autor agrega “.. nada tienen que hacer los laboralistas en el estudio de estas entidades, en tanto no medie fraude laboral”
Su consideración en el presente análisis responde a dos razones, en primer lugar al hecho de que su fomento desde la acción estatal, privilegió el cooperativismo de trabajo asociado y de producción en el sector servicios, y es este tipo el más critico y expuesto a caer en el terreno del fraude. Hay que destacar que el movimiento cooperativo existente para el momento de la construcción de nuevas institucionalices en la etapa de la Revolución Bolivariana, presentó importantes sugerencias que fueron acogidas en el texto de la nueva Constitución Bolivariana, las que flexibilizaron su constitución (Freitez, 2007:291-2). La segunda razón es que algunas experiencias de empresas con dificultades económicas, han sido reestructuradas por la vía de la cooperativización, y ello ha traído consigo una mezcla compleja de organización del trabajo, partiendo del hecho de que se trata de empresas con problemas, y su rescate implica esfuerzos mayores .
Una de las medidas iniciales post crisis 2002-3, fue un enérgico fomento estatal de organizaciones cooperativas. Si bien en su constitución se observan que la mayoría de las iniciativas respondían a aspiraciones familiares, de socios y de la comunidad, especialmente como una opción para encontrar salida al desempleo, así lo indica un 74% en el estudio de Machado, del Centro Gumilla (2008_13). En menor proporción se observa la sustitución o conversión de empresas privadas convencionales (sociedades o compañías anónimas, empresas familiares, o personales) en cooperativas.
Esto fue significativo en los sectores en donde empresas públicas o instituciones del Estado son contratantes estratégicos, ya que se emitió normativa que privilegia la contratación de cooperativas. En general, dado las facilidades para el registro y los incentivos brindados a las organizaciones cooperativas, inmediatamente se produjo una explosión o boom cooperativo .
Para el año 2007 se registraban más de 200.000, cuando tan sólo en el año 2000, apenas existían en el país menos de un millar. La mayor parte de la promoción o fomento cooperativo procedía de la acción gubernamental, pero en este boom también levantó apetitos en grupos privados, a objeto de poder participar en el acceso a ventajas crediticias y en las contrataciones o licitaciones con los entes públicos. No obstante, en el estudio de Machado (2008:18) se destaca al indagar sobre los problemas que enfrentan las cooperativas, se menciona en primer lugar la falta de dinero y créditos.
El fomento del cooperativismo de trabajo asociado ha dado lugar a que tanto empresas estatales como privadas, hayan visto en esta figura la posibilidad de cooperativizar actividades que venían ejecutando por medio de otras formas productivas, entre ellas las mismas del convencional trabajo asalariado, y tomando con ello ventajas de doble tipo, una la de evasión de la tutela laboral, y otra, la del acceso a los beneficios de las políticas financieras públicas. En el primer caso la práctica es que se trata de una imposición de los empleadores, ante la cual no le queda otra opción a los trabajadores sino de acogerse o irse. Muy pocos casos se conocen de procesos de discusión, intercambio y consenso. Venequip es uno de esos casos, y que incluso se trata de un proceso no asociado tampoco con la búsqueda de las ventajas financieras públicas.
Se ha llamado la atención que este desarrollo estatal del cooperativismo responde más bien a una política de asistencia social, más que a una de desarrollo económico, es decir de desarrollo productivo (Freitez 2007). Los resultados en el fomento de la asociatividad han sido mucho mayores que en la producción. Aunque hay que destacar que el cooperativismo pasó de estar mayoritariamente presente en ahorro y crédito, y transporte, por ello en 1997 las de mayor tipo representaban el 32 y el 22% de las cooperativas existentes, en tanto ahora predominan las productoras de servicios y las agropecuarias, que representan 53% y 30% (Colina: 2006). En este nuevo perfil cooperativo, destaca que se multiplicaron las cooperativas de producción y en ellas la de trabajo asociado.
El sector cooperativo ya establecido vio con reservas y escepticismo este abierto fomento estatal. Si bien contaba inicialmente con la satisfacción de su participación en la redacción de los planteamientos de principios en el marco de la Asamblea Constituyente -1999-, posteriormente se fue desencantando al redactarse el Decreto Ley y observar la conformación de cooperativas al margen de los principios propios de este movimiento, ya que entendía que no se estaba constituyendo un desarrollo autentico del cooperativismo. Al poco tiempo se pudo constatar que sus reservas fueron ciertas, ya que muchas de estas organizaciones apenas creadas empezaron a morir. Por ello en el Censo Cooperativo apenas un 25% de las 155.000 registradas hasta el año 2006 pudo evidenciar y cumplir con los requisitos del censo, que eran tan sólo mostrar sus libros de actas y su nómina de socios, obviamente muchas se crearon para propósitos circunstanciales, sin la debida formación cooperativa . Junto con ello el mismo entusiasmo gubernamental empezó a decaer en el fomento de esta organización productiva (El Troudi 2006; El Troudi y Monedero 2006; Lanz 2005). La emergencia de diversos tipos de problemas y contratiempos, dejó en evidencia que no es nada fácil construir un movimiento cooperativo sin mantener principios y procesos formativos propios de estas instituciones. Lo que reclama conducir estos procesos en períodos más detenidos de tiempo.
sábado, 11 de abril de 2009
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1 comentario:
SALUDOS DE LIMA-PERU
Hoy en nuevos sectores sociales y económicos del País las Cooperativas vienen incursionado en forma de grupos cooperativos , con la filosofía de la solidaridad en los negocios llámese estos pequeños , medianos o grandes, creando empleo y autoempleo, Ejemplos: Cooperativas De Ahorro y Crédito (microcréditos).Cooperativas de Servicios Múltiples( servicios variados y múltiples oportunidades, Cooperativas Educacionales (calidad educativa),Cooperativas de mercados (venta productos la canasta familiar)Cooperativas Cafetaleras,(productos banderas de exportación),Cooperativas Alpaqueras ,Cooperativas Mineras, Cooperativas, transportes, Cooperativas de Vivienda, Cooperativas formadas por profesionales en Banca, Inversiones ,Asesoria profesional, Proyectos, y de Incubadoras Tecnológicas, así como las Cooperativas de Pequeños microempresarios , Cooperativas Juveniles en los barrios populares etc.
En el Cooperativismo sus actores van en busca de la felicidad material y espiritual, donde cada momento es un nuevo comienzo, porque “no solo de pan vive el hombre sino también de imágenes, pensamientos y sentimientos”. En el Texto Único Ordenado de la Ley General de Cooperativas- Perú, vigente D.S.Nº074-90-TR
Art. 1 dice : DECLARECE DE NECESIDAD NACIONAL Y UTILIDAD PUBLICA, LA PROMOCION Y LA PROTECCION DEL COOPERATIVISMO, COMO UN SISTEMA EFICAZ PARA CONTRIBUIR AL DESARROLLO ECONOMICO, AL FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA Y A LA REALIZACION DE LA JUSTICIA SOCIAL
VIDEO DE COOPERATIVISMO PERUANO- RBCTV-CANAL-11
http://www.youtube.com/watch?v=NxsJxzho3ns
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