La experiencia histórica de la intervención estatal en Venezuela, ha sido más invasora de los asuntos del movimiento sindical que aquellos de las empresas y los gremios empresariales. Desde la básica formación y legalización de un sindicato, y de ahí en adelante todos los procesos normales de las relaciones laborales, han estado subordinados a aprobaciones y discreciones burocráticas gubernamentales. Dando a la larga por resultado, un movimiento que ha perdido autonomía, y se ha tenido que subordinar al gobernante de turno, y con ello ha devenido en un movimiento que no cuestiona las relaciones capitalistas de producción.
Aquí es importante distinguir la categoría movimiento sindical de la de movimiento de los trabajadores. Es comprensible que la acción sindical se encuentra más circunscrita a la naturaleza de las relaciones de trabajo y de producción existentes en una sociedad dada, ya que son los organismos que ejecutan las acciones formalizada en los mecanismos institucionalizados, vale decir casi a entes estatales.
Mientras que la categoría movimiento de los trabajadores se desenvuelve en ámbitos más políticos y no se encuentra subordinado a los procedimientos establecidos, sino que por el contrario es una fuerza socio política que se desenvuelve en los escenarios de lucha e intercambio con otras fuerzas políticas y económicas. Según enfoque se pudiera hablar de la representación de la clase obrera, o más bien de un grupo de presión concreto.
jueves, 23 de abril de 2009
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