Este capítulo aborda la influencia de la Organización Internacional del Trabajo, institución global que ha estado presente en eventos y situaciones claves de funcionamiento, evaluación, análisis y propuestas de temas relevantes en el ámbito del trabajo en América Latina y en Venezuela. Por supuesto, ciertos autores han jugado un papel relevante en estas intervenciones, ya que se trata de la elaboración de informes que han sido influyentes en el desarrollo del trabajo. Es decir, no son intervenciones rutinarias y de influencia modesta, sino que han obligado al mundo académico local, que ha sido consultado, a tener que analizarlas y considerarlas en los procesos de formación y difusión. El enfoque se centra en tres momentos históricos en el caso de Venezuela: años 70s; los 90s; y en periodo 2015-2024, procesos que generaron consecuencias en la academia así como en las políticas públicas, en las primeras fundamentalmente en análisis y estudios del trabajo, y en lo segundo, sirvieron para que los actores socio laborales y el Estado, los tuvieran presentes en sus posturas y demandas de políticas públicas, a estos tres momentos históricos (años 70s, los 90s y en el reciente periodo 2015-2024).
En estos tres procesos se abordaron temas medulares de los estudios del trabajo, en el primero de ellos - 70s y 80s -, las condiciones de trabajo; en el segundo -los noventa- las relaciones de trabajos. Ambos procesos solicitados por el gobierno e Venezuela, en aras de modernizar el desempeño de la administración del trabajo en esas áreas.
Pero en el tercero, en pleno desarrollo, ha sido el más complejo y accidentado, ya que se trata de un proceso nacido a partir de quejas planteadas tanto por empresarios como por trabajadores, pero hubo mayor cohesión de los primeros, quienes concertados en amplio lobby empresarial internacional, treinta tres representantes de diferentes países presentaron las queja con mayores impactos. Todo, luego de varias misiones de la propia OIT constatando los hechos.
Estas quejas empresariales fueron promovidas por el gremio empresarial de mayor tradición y que agrupa a la mayor parte del sector, y lograron ser apoyadas por todas las centrales sindicales, excepto una de ella que responde a los intereses gubernamentales, ha sido su creación. Igual se puede señalar que una central empresarial se inhibió. Las quejas que se iniciaron a mediados de la segunda década del presente siglo, finalmente llevo al Consejo de Administración de la OIT a establecer una Comisión de Encuesta - “Inquiry Commission”-, en el año 2018, la que presenta su informe “Por la reconciliación nacional y la justicia social en la República Bolivariana de Venezuela”, en septiembre de 2019. A partir de ello, las partes socio laborales y el gobierno, han tenido encuentros pero sin mayores resultados, con respecto al contenido del informe resultante. Evidentemente este fenómeno, lleva en el presente análisis a una mayor dedicación en cuanto a su consideración, reconociendo que se dispone de limitaciones por la confrontación y tensiones que reinan en la vida política del país. El gobierno ha dejado de emitir memorias anuales que registren el quehacer económico, social y laboral, necesario para el seguimiento. No obstante, se hace un importante esfuerzo para aproximarse a que tipo de dialogo ha podido desenvolverse bajo las circunstancias imperantes.
Estos procesos tuvieron impacto en la academia, que en todos los casos fue consultada, y ofreció sus pareceres sobre el desarrollo de los temas planteados por los actores del tripartismo laboral. Por nuestra parte, como académico de este campo de estudio, nos ha tocado estar vinculado con los procesos de las misiones de especialistas sean funcionarios o personas contratadas por la OIT, que han levantado los respectivos informes; en consecuencia en el análisis de sus impacto y sus correspondientes recomendaciones.
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