Con el cierre del año el país es informado por las
autoridades del área económica, de cómo ha funcionado este importante campo de
la vida nacional. Conjuntamente las máximas autoridades del Banco Central de
Venezuela, del área de Planificación y Finanzas, así como de la institución que
recopila las estadísticas –INE-, nos informa que crecimos un 5.5%, lo que es un
hecho aparentemente positivo.
Veamos como lo presentan las autoridades económicas:
Entre los sectores que han impulsado esta
importante reactivación del aparato productivo venezolano destacan la
construcción, que registró un vigoroso crecimiento de 16,8% en 2012, motorizada
principalmente por la Gran Misión Vivienda Venezuela y los desarrollos que se
adelantan en la faja petrolífera del Orinoco; el comercio, que se incrementó
9,2%, gracias a un mayor volumen de bienes transportables, y la producción de
servicios del gobierno general (inversión en salud, educación y pensiones), que
ascendió a 5,2% ..
También avanzó el PIB del sector de las
comunicaciones, que en 2012 se mantuvo creciendo a una tasa de 7,2%.
Destacamos
lo de aparente, porque un preliminar análisis muestra que el crecimiento
indicado no se sustenta en el desarrollo de la actividad productiva propiamente
dicha. Es decir que nuestra producción en los sectores primario (agricultura,
ganadería, pesca, minería) y secundario (industria manufacturera) no son los
que ofrecen la plataforma de este crecimiento, muy por el contrario hay un
estancamiento en casi todas estas ramas productivas.
Por
supuesto que es positivo que la construcción de viviendas haya mostrado un
incremento significativo, pero ha de destacarse que por la dificultades de
nuestro aparato productivo, ahí se ha consumido un importante porcentaje de
nuestras divisas importando elementos necesarios para la construcción, que
otrora producíamos y que por venirse a menos la actividad en esos campos hoy
son importados, referimos a cemento, cabillas, e incluso la ingeniería y
gestión de construcción que provienen de las más diversas fuentes, como de
China, Rusia, Bielorrusia, entre otros, desplazando a factores productivos
nacionales, que en toda la vida nacional han sido el puntal de la actividad de
la construcción de viviendas.
El
otro sector que contribuye a este crecimiento del PIB es el comercio, que se
incrementó un 9.2%. Ciertamente, los consumidores han dispuesto de recursos que
al gastarlos en las tiendas, abastos y centros comerciales, en buena medida lo
hacen adquiriendo bienes importados o nacionales con materiales importados.
Hasta cuando compramos una papas o un kilo de harina de maíz, hay que tener
presente que las semillas en el primer caso y buena parte del maíz en el
segundo, provienen del exterior, además por supuesto de los materiales de
trabajo tanto en la agricultura como en la industria.
El
crecimiento en el sector de las comunicaciones ha sido una constante en las
últimas décadas, es un fenómeno universal. Esto se explica por el vertiginoso
avance tecnológico que varios países del primer mundo mantienen y que han dado
lugar al establecimiento de un nuevo paradigma tanto productivo como de
consumo, al cual nosotros seguimos sólo en el papel de compradores y usuarios.
Pasar a jugar un papel más importante en este nuevo paradigma es lo que
tendríamos que plantearnos, para ello hace falta una verdadera innovación y
revolución educativa como proyecto nacional inclusivo, es una tarea de varios
años, de mediano y largo plazo.
Otro
sector puntal en el crecimiento del 2012, casi una constante en los últimos
años, son las erogaciones del
gobierno central en salud, educación y pensiones. Enhorabuena la inversión en
estos conceptos – salud y educación-, que como se sabe, por ser actividades que
tienen como principal componente los pagos al personal, ya que es el principal
componente en esta inversión, faltaría considerar los impactos en la calidad de
este esfuerzo, análisis que ha de realizarse para completar la consideración
del asunto, queda pendiente para futura contribución. El otro componente de
esta inversión son las instalaciones – hospitales, ambulatorios, centros de
salud, escuelas, liceos, universidades-, como se observa su estado general es
critico, se valora más construir que mantener y asegurar el funcionamiento
optimo.
En
cuanto a pensiones, no es una actividad productiva, ya que sólo conlleva
entregar una cantidad de dinero –un salario mínimo- para que sobrevivan
personas de la población pasiva, que destinan casi todo este ingreso en
alimentación y salud.
Con las consideraciones expuestas, no
tendríamos muchos motivos para alegrarnos, sino más bien seguir agradeciendo
que tenemos bajo el subsuelo una buena cantidad de petróleo, que todo los días
sacamos y vendemos, y con lo que cobramos vivimos en una ficción de
crecimiento. Sin duda toda la infraestructura que a lo largo de siglo XX se
construyo se debe a ese ingreso, hoy no se observan esfuerzos equivalentes de
inversión para renovarla y relanzarnos a niveles más elevados de bienestar y
capacidad productiva.
Roguemos
porque no se nos presenten mayores problemas en esta actividad petrolera, que
su administración sea eficiente, y que cobremos lo que vendemos, ya que estamos
liquidando un activo, y no estamos sustituyéndolo por otro que nos brinde
también casi otro siglo de crecimiento.
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