martes, 21 de enero de 2025

VENEZUELA, PETROLEO Y NUEVO GOBIERNO DE LOS EEUU

Para nosotros los venezolanos, la mención del petróleo como elemento importante en el discurso de toma de posesión de Donal Trump, afirmando que ya no necesitan el petróleo nuestro, porque tienen reservas suficientes, y que además lo hay en otros lugares del mundo, y que están dispuestos a explotar, incluso haciendo a un lado los acuerdos climáticos de París, hito en el compromiso de los países. en pro de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.  No es un anuncio que nos es ajeno, por lo que amerita una reflexión de nuestra parte, dado que contamos con más de cien años como productores y exportadores de petróleo, especialmente a los EEUU, disponemos de las mayores reservas cuantificadas en el mundo, y lo declarado se trata de las intenciones de la gran potencia de los años de la 2da, 3era y4ta revoluciones tecnológicas de los últimos cien años, que apunta a un replanteo de su liderazgo en el mundo. 


  Al principio de este centenio de aprovechamiento de la producción de los primeros pozos,  este producto contribuyó a revolucionar el mundo. En nuestro territorio el descubrimiento de esta enorme riqueza en el occidental Estado Zulia y su lago, pozos que no dejaban de emanar este precioso producto, base fundamental de la segunda revolución industrial, a la que le sirvió de sustento fundamental para electrificar la vida económica y residencial, así como movilizar eficientemente por aire, tierra y mar, tanto a personas como bienes, en esencia la vida de la humanidad, que hasta entonces dependía del carbón, producto menos eficiente en cuanto generador de energía y mucho mas contaminante. 


  Hoy, transcurrido un siglo de explotación petrolera, Venezuela no es un buen ejemplo de su evolución, avanzamos en fases importantes en el manejo de este sector, más adelante se indican. Pero hoy, estamos muy lejos de dominar los procesos de esa industria así como en el uso de los beneficios, como si lo hemos visto en Noruega, Arabia Saudita, Quatar, por citar rápidamente exportadores petroleros, aunque el primero ya casi dejó de serlo, cierto que eran pocas sus reservas, pero si pudo desarrollar un sector de servicios de tecnología petrolera muy avanzado  https://eleconomista.com.ar/internacional/noruega-modelo-industria-hidrocarburifera-clase-mundial-n65375. Los citados, todos con menos reservas que nosotros, esa riqueza la repartieron en la mejoría y bienestar de sus ciudadanos, especialmente el caso de Noruega, además agregándole más respetabilidad como nación, que ya lo tenía dado ser la responsable de los reconocimientos más prestigiados en el mundo, los premios Nobel, en áreas científicas, artísticas y políticas (la paz).  La respetabilidad de esta nación que supo aprovechar su riqueza petrolera, extendió su influencia y hasta se ocupó de nuestros conflictos políticos en promover acuerdos favorables para retornar a la civilidad y la democracia, asumiendo que se dieran los pasos para diversos encuentros entre los polos de la política venezolana, sirviendo de garante, y de ello resultó el Tratado de Barbados, promovido con el empeño del Reino de Noruega, en alguna medida, le debemos el acto electoral del 28 de Julio del 2024, que resultó una gesta épica del espíritu democrático nacional, 


   Retomando el papel de nuestras élites, los alcances petroleros fueron modestos aunque importantes para nuestra condición tercermundistas. Cierto que se dieron pasos de valor en política petrolera. En una primera etapa, asociado con una brevísimo experimento democrático se avanzó en acceder a una mayor participación fiscal, como lo hizo el breve gobierno del bienio 1947-1948, el fifty fifty, lamentablemente este liderazgo fue sacado del poder por militares que violaron la constitución de aquel momento. Y años más tarde, se continuan y completan proyectos iniciados en el bienio anterior, se reconoce la construcción de complejos refinadores e industrial petroquímico. 


  El liderazgo civil del país aprovechó hechos políticos y bélicos, ocurridos en países bien lejanos, la guerra Arabe-Israel, 1973-4, que se tradujo en el embargo petrolero a Europa, y ello disparó los precios, de los dos dólares de nuestro barril pasó a los doce. Y poco después, otro hecho en aquella zona, Irán entró en un proceso revolucionario, 1978-9, que afectó por un tiempo su capacidad exportadora, y los precios se dispararon a los treinta dólares, resultando en otro salto en los ingresos petroleros venezolanos. Estos hechos son claves, el primero porque dieron lugar a la nacionalización petrolera, y el segundo demás contribuyó a la reactivación de inversiones para su modernización, que estuvieron detenidas desde que se abrió el debate sobre reconversión, nacionalización y apoyos tecnológicos que dominaron los setenta los años desde 1970 a 1976. 

 

Todo lo anterior, nos permitió ser los más ricos de América Latina, al menos por unas décadas. Incluso llegamos a tener, luego de la segunda guerra mundial,  importantes contingentes de colonias de migrantes de distintos países europeos, que pudieron con sus ingresos derivados del trabajo propio, y también de sus trabajadores, dada su exitosa empresarialidad, enviar remesas a sus familiares en varios países importantes del viejo mundo. Hoy se han invertido los procesos, dependemos de las remesas de nuestra diáspora, que aportan nuestro segundo ingreso en divisas 


  El reciente anuncio de Donald Trump, es significativo ya que toda la riqueza que convertimos en capital y talento humano, en infraestructura de servicios, en empresas y otros medios productivos e institucionales, se han dilapidado en las casi últimas tres décadas. Hoy, sin duda somos marginales en el mundo petrolero. La manera como se ha gestionado la industria petrolera, luego del desatino de despedir y cerrarles el ejercicio de sus profesiones, nos hizo perder más de 300.000 años de capacitación y experiencia acumulada en los 22 mil despedidos en los inicios del 2003.

 

  Las administraciones posteriores de Pdvsa -la estatal petrolera-, a lo que mas se ha prestado es al enriquecimiento de una casta, que tiene acceso a la gestión petrolera y a esos dólares que se reciben por las exportaciones fundamentalmente de crudos, ni siquiera de refinados con alto valor agregado y que generarían más beneficios para el país.

  Echar la culpa de nuestra pobre industria petrolera de hoy, a las sanciones económicas es una excusa que se cae por si sola, basta ver las propias acusaciones que el mismo régimen ha hecho conocer, acerca del desempeño de sus propios Administradores, casi todos han salido acusados de multimillonarias estafas, algunos huyendo y viviendo fuera protegidos por sus millones robados, hay caso de fallecido en la cárcel, y varios de ellos bajo custodia del régimen, en un estatus misterioso, que refleja la intriga que impera en las cuentas de esa danza de millones robados al país y sus ciudadanos. Al país le importa debatir y aclarar como ha sido estafado y empobrecido.

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