jueves, 2 de mayo de 2024

A QUIENES LES DUELE LA PREVISION SOCIAL UNIVERSITARIA


 Mas de cien profesores de la UC se dieron cita en la sede de su Instituto de Previsión -IPAPEDI- este  2-5-24. Una gestión más de grupo de incansables afiliados en su justificado reclamo que aspira su urgente regularización. Los mismos que desde el pasado año, lograron luego de innumerables gestiones, que se diera inicio a las pendientes asambleas de delegados por facultades, para la presentación y consideración de informes de gestión del Consejo de Administración, él que en ese momento ya pasaba del decenio en tales funciones; por otra parte con varios años de atraso en la rendición de cuentas, ese marzo del 2023 apenas se empezó con la del año 2019; ocurrida la presentación, la amplia mayoría de los afiliados la ímprobo. Pero esta improbación paralizó lamentablemente la regularización de la conducción,; por tanto quedó pendiente completar las presentaciones de los informes de gestión de los años siguientes, evidente un injustificado atraso, que inevitablemente levanta sospechas de quienes administran. Si ellos quisieran evitarlas, el camino es la responsabilidad reconociendo errores y desaciertos, y no, nada peor, que ignorar las presentaciones de los restantes informes, y evadir la convocatoria a elecciones.


  Cuando se administra dinero de una comunidad tan numerosa - entre tres y cuatro mil-, al mismo tiempo experimentando un proceso de empobrecimiento continuado en estos años de precarización extrema, además portadores de una formación profesional que incluye entender los asuntos de cálculos, administración y derechos, para casi todo el universo de este colectivo profesional; todo ello concluye, que se hace más visible cualquier manejo extraño, opaco, evasivo y sin duda fuera de los cánones propios de este tipo de entidad de previsión social en su amplio sentido, que son propias de las instituciones universitarias autónomas. 


 Ante el hecho censurado, en la comunidad de afiliados se ha destacado un segmento que no ha cesado de llamar la atención, ha de admirarse estos esfuerzos puestos al servicio del reclamo desde la propia base, sin suficiente apoyo de entidades que también tendrían que hacerse parte de los reclamos de la necesidad de la regularización. Empezando por las propias instancias de vigilancia de Ipapedi, evidentemente cooptadas, perdiendo la objetividad requerida para el ejercicio de esa función, la que finalmente dejaron de cumplirla. 


 También al propio gobierno universitario toca destacarle, que si desde que Ipapedi asumió diversos programas de previsión social, bajo la gestión de profesores electos para tales fines, con el apoyo de una burocracia dependiente directamente de Ipapedi, que se especializó en la gestión de estos servicios que configuran la previsión social de un colectivo exigente, visto sus perfiles profesionales, comunidad de afiliados que por largas décadas atendió sus necesidades de ahorro, salud, vivienda, recreación, todas áreas neurálgicas de la previsión social, y con un alto grado de satisfacción. Como lo evidenciaba un viejo decir en los medios profesorales, a la hora de ejercer sus derechos a votación para elegir los equipos de dirección en Ipapedi y en el gremio Apuc, se comportaban los mismos votantes escogiendo para la previsión social a personas probadas en la ética y pulcritud, generalmente conservadores en las posiciones políticas, y para el gremio, por otro lado, escogían comecandelas que no vacilan ni titubean para enfrentar a las autoridades y llamar a presiones enérgicas.    


 Lo central de lo anterior es que el empleador, en este caso la UC,  delegó el grueso de la previsión social en la autogestión, liberó de estas tarea a diversas dependencias de la administración universitaria, especialmente las vinculadas con la gestión de la gente. Más bien, una parte del grueso de tareas de previsión social las realizaban dependencias de la administración universitaria, pero especialmente para el personal administrativo y obrero. Resultando al final que la autogestión -Ipapedi- brindaba notablemente mejores atenciones en previsión social a sus afiliados que lo que ocurría por parte de la gestión universitarias y los otros segmentos del personal de la institución. 


  Esta heterologación ciertamente, empezó a encarar un ecosistema que le empezaba a cuestionar tal desempeño, y provenía de muy altos niveles, más allá de la propia UC, provenía de los gobernantes que asumieron en 1999, y empezaron a homologar, a eliminar diferenciales en remuneraciones, a desestimar la carrera académica, y englobar a todos los segmentos del mundo universitarios en una categoría, la de trabajador. Se simplificaba un esfuerzo de la preservación de varias carreras, en donde se le otorgaba a una de ellas mayores responsabilidades en el espíritu y razón de ser, la academia. 


  La alta administración de la universidad, es recién que levanta claramente su voz de reclamo ante la negativa de Ipapedi a incorporar a los Instructores recién ingresados. Pero no se hizo sentir, desde que la previsión social fue menguando y el perfil de Ipapedi fue abandonando esa responsabilidad, que en la institución académica se realizaba conjuntamente entre la Universidad -empleadora- y el Instituto, creado para esos fines, que bien los cumplió por más de medio siglo. Esto ha llegado al extremo que los gestores de estos dos últimos lapsos regulares, más dos años extras, se auto definen como gestores financieros de una caja de ahorros. Una visión ajena, retrógrada, y anti histórica en lo que son los logros del personal académico de la institución.


  Otro factor ausente en este breve análisis de la situación de previsión social, es el gremial. La Apuc de estos años recientes, ha sido solo un espectador, cuando le corresponde ejercer el protagonismo que tienen los gremios en la defensa de los derechos adquiridos, y en contra del despojo de los logros históricos, tanto por los enfoques de la política gubernamental en contra de la academia, en sus diversas dimensiones, formación, investigación y extensión. En este sentido el Ipapedi y la Apuc que tenemos hoy se parecen.

  A todos no nos queda sino hacernos presente y brindar mas apoyo para rescatar nuestro Instituto de Previsión Social de los Profesores. Empezando por insistir en las elecciones, como toda entidad democrática y al servicio de sus afiliados.

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