Un nuevo ciclo de diálogos y negociaciones se formalizó este 13 de Agosto. Sería el cuarto en lo que va del siglo XXI entre el régimen bolivariano y la oposición, los dos últimos en el período de Maduro hace hace dos años el más reciente, pero ambos sin mayores resultados, al menos para resolver la crisis política y económica del país; la que ni siquiera se ha aminorado. Lo más optimista que puede afirmarse, es que en el contexto de este nuevo intento predomina un estancamiento.
¿Estancamiento para quién? Para una efectiva normalización política y económica del país. Tanto las instituciones necesarias para la gobernabilidad no logran sus propósitos, como que el desempeño económico no puede estar peor, con un octavo año de disminución constante de todos los indicadores, sean del PIB, como de aquellos referidos directamente a las personas, digamos sus niveles de ingresos y de calidad de vida.
Entre los analistas de estos procesos de diálogos y negociaciones, hay un predominio de la perspectiva que considera que en esta ocasión, hay elementos que llevan al gobierno a responder con una mayor atención a estos procesos. Y no es por la presión opositora en el formato de presiones abiertas de la población reclamando salidas a la crisis, que sí las hubo en años anteriores, las más recientes en 2014 y 2017, con masivas marchas y concentraciones de personas protestando.
¿Qué es entonces lo que lleva al gobierno a dialogar y negociar? La pregunta desde esta perspectiva tiene más sentido que hacerlo desde el lado de la oposición, ya desde su contundente triunfo en las elecciones parlamentarias del 2015, ha sido objeto de una acentuada represión por lo que unos cuantos de sus diputados en el mismo quinquenio de su gobierno parlamentario (2016-2020), fueron detenidos y otros para evitarlo, tuvieron que tomar el camino del exilio. Aparte de la elección irrita de una Asamblea Nacional Constituyente, que sustituyó al parlamento de mayoría opositora anulando su gestión.
Lo anterior fue respondido por la oposición con la figura de una presidencia interina, Juan Guaidó, que en su mejor momento logró el reconocimiento de sesenta países entre europeos y latinoamericanos. Hoy quedan pocos gobiernos manteniendo este reconocimiento, pero el cuestionamiento que esto significo para el gobierno de N Maduro no ha dejado de seguir presente, por la continuada violación de derechos al ejercicio democrático en el país, al extremo que la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, ha dado lugar a Informes que no han podido ser rebatidos por el gobierno. Consecuentemente, se han producido por parte de víctimas de abusos y violaciones de lesa humanidad, de inicios de procedimientos ante el Tribunal Penal Internacional de la Haya que han sido admitidos.
En materia laboral también la Organización Internacional del Trabajo, produjo el Informe de la Comisión de Encuesta, publicado en septiembre de 2019, sin respuestas a los cuestionamientos destacados en su contenido.
A lo anterior se suma que desde el gobierno de los EEUU y de otros países cercanos a su política exterior, se han venido aprobando sanciones, que fueron en sus inicios a altos personeros del régimen, a partir del 2008, como la suspensión de visas y el examen de sus activos en su territorio, que han dado lugar a medidas preventivas. Pero que a partir del 2019, las sanciones se extendieron a la empresa estatal petrolero -Pdvsa-, que le ha afectado sus operaciones productivas y financieras en los EEUU y el mercadeo de sus productos en sus zonas de influencia. Por supuesto que la estatal petrolera venezolana, ha encontrado nuevos aliados para continuar sus operaciones en el exterior, aunque ha disminuido tanto su producción, que es un declive estructural de sus operaciones, que ha determinado que solo juega un papel marginal en el negocio petrolero, incluso en el nivel regional.
Por tanto el gobierno venezolano, requiere mostrar una fechada con cierto nivel de respeto a la democracia que alivie las presiones internacionales, y que en lo económico pueda conseguir posibilidades para que inversores se decidan a tener presente a Venezuela, con las debidas garantías no solo como país receptor, sino de órganos multilaterales y financieros que han coincidido con los EEUU en las sanciones económicas.
El accionar de las organizaciones que están representadas en nombre de la oposición, ha dado debida atención a las relaciones con sus aliados en el exterior. En ello juega su papel, el que la diáspora venezolana ha crecido en estos últimos años a un ritmo acelerado que hoy ya pasa de seis millones de venezolanos, tanto como países en guerra.
La familias residentes en Venezuela, aún no perciben que este dialogo y negociaciones les traiga pronto favorables efectos para mitigar sus penurias, que son extremas.
https://www.elpaisdigital.com.ar/contenido/venezuela-dilogo-y-negociaciones/32560
1 comentario:
Casino games with real money | Dr.MCD
A detailed look at the various software providers, the casino software 강원도 출장샵 providers, and other games, and how to play. Play for free.Top Games · Mega 인천광역 출장마사지 Man: The 안동 출장샵 Wily Wars · Ultimate Mortal Kombat II · Sonic The 당진 출장샵 Hedgehog 의정부 출장마사지
Publicar un comentario