lunes, 6 de julio de 2015

UNA AGENDA SOCIO LABORAL PARA LA CRISIS


La situación del país demanda intercambio y reflexiones en construir una agenda socio laboral.  En ese orden un intercambio de dirigentes gremiales empresariales, sindicalistas y profesores de Relaciones de Trabajo y de Derecho del Trabajo, hizo un ejercicio de análisis. Verdaderamente que al país le hacen falta agendas en varios ámbitos fundamentales, y este el de lo social y laboral es uno de ellos. 

  Por supuesto que se reconoce que es un ejercicio de poca consecuencia, hacerlo sin representación gubernamental. El Gobierno y el Estado en cualquier sociedad son los convocantes lógicos de la construcción de agendas de temas nacionales y de interés de sectores diversos. Por supuesto que ejercicios de distintos sectores en esa dirección son útiles para que se expongan planteamiento con sus justificaciones.

  Pero en el país no hay diálogos. Entidades  multilaterales tan diferentes en temáticas y en cobertura geográficas e intereses lo recomiendan. La OEA, la OIT, la Unión Europea, la Unasur.  Así también gobiernos de países, como los EEUU, Brasil, Uruguay.

  En este panel,  los dirigentes empresariales exteriorizaron sus necesidades, por tanto más que agenda lo que exponían era un rosario de necesidades y condiciones para su funcionamiento como responsables de las entidades productivas. 

  Los sindicalistas exteriorizaron problemas de los trabajadores, afiliados y no afiliados, pero con lecturas encontradas de estos mismos problemas, esto forma parte de la polarización, lo que indica la necesidad en este ámbito de superarla, lo que al menos gradualmente se viene logrando en medios comunitarios y en general en las bases de las organizaciones de trabajadores. Hay dirigentes que rugen ante la presencia del contrario, sea opositor o gobierno, porque es una conducta elaborada especialmente para que sea vista y oída por los propios acólitos. 

  Los sectores reconocieron que la situación del país es muy compleja en todos los órdenes, y por supuesto lo socio laboral, reconociéndose que lo político requiere ser parte de acuerdos y consensos. Mientras haya impedimentos para que se reconozca la diversidad propia de una sociedad y una nación se dificultan los acuerdos políticos tan necesarios como marco para resolver los presentes problemas de orden económico y socio laboral. Estos no son ámbitos independientes, sino que están sujeto al marco político. 

  Elementos de una agenda socio laboral para encarar la crisis han de incluir:

  • Mecanismo de Diálogo Social y Laboral amplios sin exclusiones.
  • Fortalecer la institucionalización de las instancias laborales. Por un lado despartidizar la administración del trabajo y de justicia, que se constituyan en instancias profesionales al servicio del país con sus distintos sectores y diversidad, que los actores sociales puedan confiar en su imparcialidad. De esta misma manera superar en estas instancias la precariedad laboral que implica funcionarios en situación de contratados sin carrera e inestables, lo que los hace vulnerables a exigencias ajenas de la independencia necesaria para desempeñar sus funciones. 
  • Asumir un ataque frontal a la violencia en los medios laborales, que se traduce hasta en centenares de asesinatos, además de amenazas, desplazamientos, despidos y otras agresiones en el orden psicosocial. Plantearse recuperar la paz e institucionalidad perdida en los espacios y actividades productivas, donde la violencia se ha impuesto.
  • Legitimar y legalizar la principal regulación en el campo laboral como es que éste esté regido por un Decreto, y no por una Ley Orgánica como ya se había logrado.
  • Descriminalizar la situación de dirigentes sindicales y trabajadores hoy criminalizados por sus actividades de carácter laboral y sindical. En este sentido presos, sometidos a régimen de presentación, despedidos, acosados y estigmatizados. En estas dos últimas situaciones también se encuentran dirigentes empresariales.
  • Resolver una situación regresiva en la vida laboral del país como es que una instancia ajena a las organizaciones sociales y laborales, que no son entes públicos, como es el CNE determine sus procesos electorales. Devolver la autonomía a las organizaciones de los actores socio laborales. 
  • Construir mecanismos de revisión salarial que incluya a los sectores empresariales y de los trabajadores, para que asuma el grave deterioro que experimentan los ingresos de los trabajadores.


Por supuesto que esta agenda exige a las organizaciones de trabajadores y empresarios un nivel de institucionalidad y responsabilidad, que incluye que funcionen como organizaciones democráticas y formales en sus procesos de tomas de decisiones y funcionamiento. 

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