Para el estudio de las relaciones de trabajo entender el marco económico y político es condición necesaria, es por lo que importa dar una mirada en larga perspectiva a la evolución del país, por lo demás Venezuela ha llamado la atención por parte de estudiosos de otros campos de las ciencias sociales, por singularidades y relevancia que sintetizamos en los siguientes procesos y etapas:
1- Es de notable relevancia en la historia económica, el sostenido crecimiento económico sustentado en la riqueza petrolera que experimentó el país en un largo período con baja inflación y estabilidad cambiaria entre los años veinte y setenta. Ochoa, O. da cuenta con datos y análisis en “La institución fiscal y el rentismo en el desempeño económico de Venezuela” 2008.
2- En el marco del crecimiento anterior, la ciencia política ha destacado la transición del autoritarismo a la democracia -de 1958 en adelante-, que si bien pactada por las elites le dio al país oportunidad de preservar el crecimiento de la etapa anterior y emprender una importante evolución social, política e institucional. Esta transición fue objeto de atención por cientistas sociales y políticos de España y algunos países del Cono Sur, cuando les tocó emprender transiciones del autoritarismo a la democracia.
3- A las dos etapas anteriores le sigue la pérdida de la estabilidad macroeconómica y la caída del crecimiento económico desde fines de los años setenta hasta el presente. En todo ello la continua dependencia de las exportaciones petroleras desde los años veinte a pesar de diversos intentos para ampliar la base productiva y exportadora del país.
4- Finalmente por la emergencia de la revolución bolivariana, que ante los signos de agotamiento de la etapa anterior ocurrieron manifestaciones cuestionadoras del sistema -viernes negro, caracazo y golpes de estado-, por lo que se abrió una oportunidad que la aprovecharon fuerzas emergentes despertando expectativas y esperanzas especialmente entre los pobres, trabajadores y sectores medios, pero que en quince años se han esfumado, y vuelven a renacer frustraciones y turbulencias, parecidas y aun no se sabe si hasta peores a las que vimos a fines de los ochenta y noventa. Por supuesto que existe en las ciencias sociales el compromiso de evaluar cuanto de bueno y de malo nos deja esta etapa; tarea más por hacer que realizada.
Dentro de estas distintas etapas hay que destacar que el país se ha debatido entre autoritarismo, desarrollismo y experimentos democráticos que han intentado construir instituciones sin estabilizarlas del todo. Como se sabe el desarrollismo planteaba una fuerte presencia del Estado para dirigir el desarrollo, en contraposición a las señales del mercado.
Es importante caracterizar que no hemos sido un país en donde el neoliberalismo se haya implantado establemente, si se han observado elementos neoliberales en políticas públicas, pero no vemos que ello dé elementos para caracterizar como tal alguna etapa sostenida en el desarrollo político y económico de la Venezuela moderna. Tal sólo el breve intento en el gobierno de Carlos Andrés Perez II, iniciado en 1989 que no pudo culminar por protestas e inestabilidad.
En materia laboral las medidas tomadas en los noventa con la aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo -1990- y su posterior reforma en 1997, no llegan a niveles de profundización neoliberal como se pudo ver en otros países de América Latina, de hecho expertos de la OIT - Ermida, O. entre o otros- no calificaron estas reformas como típicas de la desregulación. Si se colaron algunas muy puntuales disposiciones desreguladoras en el Reglamento de la LOT en 1999, por ejemplo con respecto a las empresas de trabajo temporal.
Con igual comentario, de no profunda desregulación, nos inclinamos en lo relativo a cambios en la seguridad social, que más bien lo que ha pasado es que se han dejado de tomar medidas y se desliza este campo por la vía de la inercia, sustentado en el hecho de estar constituidos por mecanismos de muy escasa vigilancia y control, y ampliamente sostenidos por la renta petrolera.
La revolución bolivariana emerge con un discurso y un conjunto de acciones para combatir un neoliberalismo radical que no existió en la conducción de gobiernos, aunque fuerzas pro neoliberales siempre están medrando. Igualmente apela a una lucha contra el fascismo, pero el caso es que este es mucho más visible en las propias fuerzas gubernamentales. Más bien lo que combatía con su discurso y acciones era a un modesto desarrollo institucional no consolidado de democracia.
Pero hoy como se dice popularmente hemos perdido el chivo y el mecate, se cortó un desarrollo institucional que pudo profundizarse, recordemos que hasta fue posible la destitución de un Presidente que había sido electo con amplia popularidad apenas cuatro años antes. A cambio se han propuesto un conjunto de instituciones que no logran resolver problemas, en no pocos casos los profundizan, no obstante toda la ventaja de la abundancia de divisas e ingresos que se ha tenido en estos años, además de haber gobernado casi sin oposición, con predominio de leyes habilitantes y todos los poderes bajo la hegemonía presidencial.
El escenario que se ha venido formando con esta errática experiencia de conducción que vive el país, es que efectivamente la derecha tan mencionada por los líderes oficialistas, realmente se convierta por primera vez en la historia moderna de Venezuela en una alternativa política. Creo que el país ha sido gobernado en el lapso 1958-1998 por alternativas más bien de centro, como fueron y son la socialdemocracia y el socialcristianismo criollo.
Por otro lado esta etapa contribuye a la deconstrucción de alternativas realmente de izquierda, por que así se postula y es ampliamente entendida la revolución bolivariana, una vez que en el sentimiento de la mayorÍa de la población, en función de lo que hicieron en los gobiernos, no percibe que habría mucha diferencia entre unos y otros. Además, cuando se reprime a la protesta popular, estudiantil y obrera organizada en sus sindicatos, así como su criminalización, se le está haciendo la cama a la derecha, pero la de verdad, sin ignorar tampoco aquella sin escrúpulos que forma parte del propio gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario