Un frente común de propietarios, gerentes y trabajadores se viene observando en la difícil situación que experimentan las empresas del Grupo Polar. Ser objeto de amenazas de expropiación genera suficientes razones para la aprehensión del colectivo laboral, que constituyen en los tres segmentos mencionados, el grupo mayoritario. Así también el que tiene una mayor capacidad de dar lugar a una solidaridad amplia, que va más allá de los trabajadores y sus familiares, de este grupo empresarial.
Cabe preguntarse por que en tiempos de socialismo, un colectivo laboral tan importante, se trata de más de treinta mil trabajadores, como no lo tiene ninguna empresa o grupo privado nacional o internacional operando en el país, hace causa común con los propietarios y los gerentes. Aquí se nos presenta una alianza, que luego de tantos años de mensajes contra el capitalismo, nos muestra lo contrario. Capital y Trabajo juntos ante las amenazas Estatales, en nombre del Socialismo. Hay que advertir que no se trata de que capital y trabajo, no hayan armado e implementado estrategias defensivas y agresivas acciones en contra de las políticas estatales, pero las ya conocidas han sido más bien producto de cúpulas gremiales. De ahí la negación gubernamental de cualquier posible dialogo con ciertos gremios empresariales y sindicales. En el caso que nos ocupa de los trabajadores de Polar, no se observa que las cúpulas sindicales tengan alguna influencia en sus reacciones defensivas. También hay que destacar que las organizaciones sindicales de segundo y tercer grado, como las federaciones y las confederaciones, pasan por un grave momento de desarticulación, y poco pueden hacer en situaciones como las comentadas.
Volviendo a la pregunta del inicio del párrafo anterior, proponemos como respuesta, que la alianza de propietarios, gerentes y trabajadores, la construye el propio gobierno con las dificultades que muestra en el manejo de las ya bastantes empresas estatales. Hay una muy visible incompetencia en el manejo de los asuntos productivos. Y no se trata de un juicio peyorativo contra los trabajadores que prestan servicios en las empresas y organismos estatales, se trata de reivindicar las tres categorías con las que empezamos el artículo: propietarios, gerentes y trabajadores. En el ámbito público el equivalente a la figura del propietario, no se trata de la figura abstracta del soberano, sino de personas que en el más alto nivel dirigen y toman las decisiones que se les ha encomendado, de gobernar y buscar la prosperidad y el desarrollo para todos. A ello se agrega el segmento gerencial, que teóricamente serían los cuadros dotados de la formación y experiencia para el manejo de las entidades productivas. Hasta aquí se tiene a los que están empoderados para manejo de los negocios públicos estatales. Si los resultados son buenos o malos, mucho tiene que ver con ellos, y no tanto con el tercer segmento, el de los trabajadores, el del nivel operativo, amplios y mayoritarios colectivos que son los que reciben órdenes y para quienes el diseño de políticas y la toma de decisiones le son ajenos.
Terminando, con mejores desempeños productivos en las empresas estatales, seguro que la alianza propietarios, gerentes y trabajadores sería más difícil de forjar. En el presente caso, es una alianza que para los trabajadores es de sobrevivencia. Aquí la conciencia de los trabajadores la forja en lo positivo la propia experiencia adquirida laborando en el grupo Polar, y en lo negativo el reflejo que producen las malas experiencias productivas en la conducción de las empresas estatales. Que esto signifique que los trabajadores de Polar no tengan conciencia de tales, de sus propios intereses, de sus diferencias con los propietarios y los gerentes es un asunto discutible, pero sería luego de la sobrevivencia en sus empleos y la defensa de sus conquistas laborales.
domingo, 6 de junio de 2010
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