Con este título desarrollamos ponencia en el VI Congreso de Rel.de Trabajo – Buenos Aires-, luego en tertulia con profesores y egresados de la carrera de Relaciones de Trabajo, de la Universidad de Buenos Aires, se replantearon con más detenimiento las razones e interioridades de la tesis.
En primer lugar se abordó el tema del Posneoliberalismo, partiendo de señalar que los países de la región no recibieron los impactos de manera uniforme de estas políticas. Hay que tener presente que las fuerzas políticas y económicas que las propusieron e implementaron, las realizaron sobre unas condiciones en nuestras sociedades que eran en alguna medida diversas. Países en donde estas políticas se impusieron con mayor profundidad y otros un tanto menos. Ello atiende también a las diversas reacciones de sectores, particularmente sus capacidades de resistir y revertir. Este reconocimiento de las diferencias y los contextos, es lógico si se tiene en cuenta incluso el hecho de que organismos como el FMI al diseñar sus propuestas a ser aplicadas, aún con el recetario de pretensión standarizada, no deja de reconocer algunas diferencias en el país en donde se pretende la implantación de un paquete de medidas.
Luego pasamos al elemento central de la ponencia, como fue el admitir el inicio y desarrollo de un proceso de Fragmentación de las Relaciones de Trabajo -RT-. Partiendo del hecho que las RT se construyeron para alcanzar un estado de bienestar, que mejorara las condiciones de vida y de producción, pero que gradualmente las mismas fueron mostrando su incapacidad para contrarrestar por ejemplo los flujos de expulsión de trabajadores que pasaban a situaciones de exclusión. Ello dio lugar a que las RT mostraran un estado de déficit en la cobertura de los sujetos, al cubrir cada vez menos numero de trabajadores.
Si este fenómeno es fragmentación o es deslaboralización, creemos es útil para precisar el nuevo estado de transformaciones que se plantean particularmente en el caso venezolano, pero que estarían planteadas en un ámbito mayor, si es que las mismas tienen éxito a los fines de combatir la exclusión y proveer condiciones para el bienestar y la producción.
Las políticas neoliberales y sus impactos laborales ya conocidos trajeron consigo entre sus consecuencias la deslaboralización, que supone desvestir al trabajador de su condición de tutelado, y pasarlo a la condición de independiente, lo que implica la no cobertura por los mecanismos de las relaciones de trabajo, importante para los empleadores por la reducción de costos que ello trae.
Con la fragmentación, en un principio del movimiento sindical, pero a partir de ello del funcionamiento de las relaciones de trabajo en su conjunto, se intenta hacer un planteamiento de naturaleza distinta a la deslaboralización, e incluso de mayor complejidad, porque va acompañado de políticas que no apuntan a la individualización de las relaciones de trabajo, sino además al fomento y mantenimiento de mecanismos colectivistas pero que no necesariamente se integran con una posición de autonomía y fortalecimiento del movimiento de los trabajadores, sino que por el contrario conducen a la erosión del movimiento sindical.
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