miércoles, 13 de noviembre de 2024

INDUSTRIALIZACION RETARDADA Y DESINDUSTRIALIZACION TEMPRANA. ¿CÓMO QUEDA EL TRABAJO?

 La riqueza del intercambio entre personas interesadas en una agenda laboral activa y estimula conocimientos, de eso se trata la experiencia de la actualización laboral promovida por equipo académico con dirigentes sindicales. En un primer análisis se prestó atención a las condiciones en las cuales se desenvuelven las organizaciones de trabajadores, dada la situación del país, que desde todos los ángulos se reconocen como calamitosa, se puede afirmar que todos los indicadores de tipo productivo, laboral y social, muestran empobrecimiento. 


Desde el lado de los trabajadores se carga la mayor parte de esa calamidad, no ven futuro, no viven para trabajar, pero ni siquiera trabajan para vivir, sino apenas para sobrevivir. Son las mayores víctimas del desastre nacional, que se traduce en diáspora, sin guerra ni fenómenos naturales extraordinarios, expuestos a arbitrariedades como hechos cotidianos. 


  En tanto de lado de las empresas, una buena parte decidió cerrar y usar el capital en otros países o en actividades reducidas con menores riesgos y generando poco empleo, o más bien generando trabajo no dependiente, sin obligaciones laborales. Parte del sector empleador, recogió algo compensatorio con el regalo de Recadi y más tarde de Cadivi. Algunos muy pocas corporaciones, han preservado un lugar destacado en la producción nacional, 
operativas y achicadas, también por procesos de modernización. 


  Está claramente definido que Carabobo ya no es un estado industrial, ni ningún otro del país lo es, como lo fueron en la etapa del fomento de la industrialización sustitutiva; los cierres y achicamiento de centros productivos, han dado lugar a una pérdida millonaria de empleos, de salarios, de beneficios, de conquistas concertadas y acordadas, lo que se tradujo en la diáspora de nuestros hombres y mujeres en edad activa, cargando muchos de ellos sus ascendientes y descendientes, regados en todo el globo. Hubo tabla rasa con las conquistas históricas de las relaciones de trabajo. 


  Venezuela constituye uno de los peores ejemplos de haber hecho una enorme inversión para el desarrollo industrial, empezando por la infraestructura básica, electricidad, agua, gas, comunicaciones, carreteras, puertos, aeropuertos, telefonía, internet, casi todo por el Estado con recursos petroleros, y con el fin de fomentar la instalación de centros productivos industriales, que elaborarían productos para proveer al comercio nacional en una primera etapa, y luego a mercados externos. Por supuesto que todo esto acompañado de un crecimiento de productos y servicios terciarios provistos por las empresas de servicios.

  Mágnifica perspectiva y propuesta, en muy pocos años armamos la estructura ya que arrancamos en los años cincuenta y sesenta, y rápidamente se alcanzó el climax en los setenta, pero sorprendentemente ya apenas en los noventa, se empezaron a evidenciar fallas en su modo de conducción, tanto desde esferas públicas como privadas, la industrialización en apenas menos de dos generaciones encontró el techo o el muro de contención. 


  Hoy miramos predominantemente errores, carencias, y por supuesto toca que construir lo que se pueda, en condiciones adversas, con una gigantesca deuda externa que que es la más alta per capita en el mundo, y necesariamente en un ambiente político constructivo y democrático.   

domingo, 10 de noviembre de 2024

LA ACTUALIZACION LABORAL TAREA INELUDIBLE. UN MARCO PARA EL DEBATE

 

Como parte de la función universitaria de extender e intercambiar conocimientos con sectores de la sociedad, personal académico de la UC y la UCV con el apoyo del Observatorio Venezolano de la Libertad Sindical (https://ovlis.org/), organismo que se dedica a la observación de la libertad sindical y las condiciones de trabajo, organizaron taller de Actualización Laboral (9-11-24) para el análisis de las exigencias planteadas al movimiento sindical en el país, comparten gente de la academia y dirigentes sindicales en ejercicio. 


  Vista la situación política y económica del país, que es el marco para el desarrollo de las actividades de los sindicatos y de sus dirigentes, creemos que es necesario reflexionar, analizar y considerar tal contexto. Este objetivo está presente en todas las presentaciones previstas. 


  Por otro lado, el sector productivo experimenta transformaciones que provienen de fenómenos globales, por las interacciones entre los países, por el desarrollo de tecnologías extendidas rápidamente en tiempos de pandemia, y que muchas de ellas se han quedado y ampliado.


  Es importante señalar que la organización de los trabajadores, entendido en sus distintas profesiones, ramas productivas y actividades laborales, representa en el mundo el volumen de personas organizadas más numeroso. Y que por otro lado, ha venido perdiendo afiliados, por un conjunto de factores que incluyen tanto las políticas neoliberales y aquellas que limitan los espacios democráticos, como las autocracias o dictaduras. De ahí que sea el primer factor de la baja de la tasa de sindicalización. 


  En segundo lugar, los cambios tecnológicos que facilitan la individualización (tipo uberizacion, ejemplo Ryder), más otras transnacionales, y por supuesto otras aplicaciones locales en cada país, que configuran nuevos tipos de informalidad, las que se agregan a las tradicionales, con las cuales estamos más informados, y sabemos de la precarización y desasistencia por no haber construidos organizaciones de trabajadores con un mínimo de poder asociativo, y que fueron caracterizadas más bien por los bajos niveles tecnológicos, además de fácil acceso, como también de salida por parte de población desplazada, que pasan por tanto a criticas situación de inestables y mal equipados, sin duda es la más visibilizadla en nuestros países. 


 En tercer lugar, a estos dos factores mencionados, se agrega que el hábitat que favoreció el desarrollo sindical, en la primera y segunda revolución, facilitó que fueron las ocupaciones de trabajadores calificados, con cierta autonomía en sus construcciones organizacionales, nacidos en los primeros tiempos de la modernización - los gremios-; y que luego los establecimientos fabriles, con mas o menos organización fordista de la producción en serie, multiplicaron los empleos en amplias fábricas y corporaciones, contratantes de grandes contingentes de fuerza laboral. Entonces, con estos factores predominantes en el siglo XX, el sindicalismo alcanzo altos niveles de afiliación, de construcción de poder institucional, asociativo en diversas ramas y ocupaciones.

  La desindustrialización,   (https://drive.google.com/file/d/1dyeyKMoaoUB9zloxML0Co6LMicqCcs67/view?usp=sharing), como creciente fenómeno mundial desde mediadas del siglo XX, en los viejos países industrializados, caso emblemático Gran Bretaña que había sido la cuna de la revolución industrial - S XVIII y  XIX-, ya en la mitad del pasado siglo, mostraba un cuadro de amplios cambios de la industria a los servicios, y casi inmediatamente  otros pioneros  de la industrialización fueron experimentando igual transformación de desindustrialización hacia los servicios.  

  En nuestra región, los primeros industrializados apenas lo hicieron a principios del siglo XX, en países del Cono Sur y México, el resto sigue adoptando la industrialización en la medida que avanzaba el siglo XX. Venezuela fue de los más retardados en contar con un auténtico plan de industrialización, apenas en en la mitad del siglo. Todo esto facilitó el fomento de una activa sindicalización, que recibió influencias de las experiencia petroleras con  varias décadas de recorrido. 


 Todos los procesos de desindustrialización mundial, regional y nacional, dieron lugar a desplazamientos de contingentes de fuerza de trabajo hacia servicios, que implica otra configuración productiva, esto representó nuevos escenarios para la interacción empresas y trabajadores. Por las consecuencias lo seguimos analizando.