En este marco hemos leído el enjundioso aporte “Procesos de trabajo, productividad, acuerdos y desacuerdos en Argentina 1945-1955: contribuciones para el estudio de las relaciones de trabajo”. Los conocidos autores Julio Cesar Neffa y Héctor Cordone, del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales han publicado este libro en el presente año. Es un metódico esfuerzo que brinda amplia información y análisis a los interesados en la construcción del funcionamiento de las relaciones de trabajo de Argentina, ya que en el período analizado ocurrió una modernización económica y política, que significo avances democráticos e impulso a la industrialización por sustitución de importaciones.
Refleja la inusual extensión del libro, 1058 páginas, que debió de haber tomado un largo tiempo en recopilar y revisar publicaciones, unas de autores y textos reconocidos, y otras de instituciones estatales, multilaterales, profesionales, empresariales, gremiales, especialmente de los empleadores. Las instituciones analizadas fueron determinantes en la convocatoria a eventos definitorios y orientadores de las relaciones de trabajo de la nación Argentina. Algunas de ellas publicaron revistas informativas del interés de los asociados, también divulgativas e incluso algunas con contenido académico de autores relevantes en los temas abordados. Se destaca que algunas de las instituciones así como sus publicaciones, buena parte de ellas hoy no existen, otras más bien fueron reconstituidas en los años posteriores al período investigado, 1945-55. En fin, todo un gran esfuerzo en entrevistar, procesar y analizar abundantes materiales, tantos escritos como orales.
Entendiendo que esta investigación es un aporte fundamental en una de las áreas menos estudiadas en la construcción y modernización de las relaciones de trabajo, como es su concentración en los empleadores. Evidente, que son más frecuentes los estudios del movimiento de los trabajadores así como de las políticas laborales de los gobiernos. Por un lado, los cientistas socio políticos han estado más inclinados al estudio de los movimientos sindicales y de las políticas laborales estatales, ofrecen y se inclinan más al debate público, son más dados a publicar para fijar posiciones en las polémica en las que generalmente están estos temas, vinculados a la relación de poder de la que es parte el estudio de las relaciones de trabajo.
En cambio, el sector de los empleadores, ideologizado como también los movimientos de los trabajadores y los conductores de las políticas públicas, pero, también son más pragmáticos, en lo que tiene que ver con las relaciones que entabla con los otros actores. Aparte que hay diversidad entre el mismo sector empleador, por un lado las corporaciones de capital extranjero, que si bien para el período analizado no había tomado cuerpo la globalización, mantenían su cordón umbilical con las casas matrices, y por el otro el capital nacional enraizado en lo idiosincrásico y el devenir de los nacional. Además otros aspectos sectoriales, que ofrecen rasgos que sería largo de analizar en esta breve reseña.
A los empleadores se tiene el cuidado de distinguirlos entre los propietarios, o quien en su nombre lo representa, al estar en la cima o cúspide la acción ejecutiva del negocio, es decir el Presidente de la empresa, como se ha popularizado mediáticamente el denominado CEO - Chief Executive Officer-, y por otro lado quienes dirigen el área laboral, los Directores de Personal, era la nomenclatura dominante para el inicio de la época del estudio, luego pasó a Directores o Gerentes de Relaciones Industriales. La investigación se ocupa mayormente de estos últimos, pero no como gremio al estilo de aquellos que se agrupan por la disciplina académica, carrera o profesión, en este caso era un agrupamiento más por los cargos, los asuntos comunes contenidos a ser atendidos, la responsabilidad asociada a los mismos, y finalmente centrándose en el ejercicio en el sector privado, dado que iguales cargos y responsabilidades también se ejercen en el sector estatal, pero con énfasis en el servicio público y/o los aportes a las arcas del estado, más que la rentabilidad de los inversores privados.
En toda América Latina y el Caribe poco se ha estudiado a este actor, los Directores de Personal/ Relaciones Industriales para el estudio de la construcción de las relaciones de trabajo. Generalmente se le engloba en el amplio concepto de capitalista o de propietarios; es un hecho cierto que actúa bajo las órdenes del empleador, pero la distinción que aquí se lleva a cabo, permite una mayor disección de los temas candentes de las relaciones de trabajo, y mucho más importante en esta etapa, con instituciones en formación, que cubrieron plenamente un largo lapso, y que hoy persisten en parte del sector productivo. Por ello es relevante todo el análisis de la organización del trabajo, de la producción y la productividad, del control, del poder sancionador, la colaboración, de las relaciones con las organizaciones representativas de los trabajadores, tanto las de jerarquía nacional o sectorial, y las nacientes en los centros de trabajo, con mayor complejidad por repercutir directamente en los flujos del trabajo, en tiempos de la expansión y luego predominio de la organización científica del trabajo.