lunes, 22 de diciembre de 2014

PARO PETROLERO DEL 2002: LESIONES Y LECCIONES




En este mes se cumplieron doce años del paro nacional convocado por Fedepetrol, CTV y Fedecámaras el día 2 de Diciembre de 2002 y que luego de dos meses fue levantado con un resultado que dejó lesiones, lecciones y muy poco resultados ventajosos para los contendientes en la confrontación.

Para aproximarse al análisis de este incidente político y laboral de nuestra historia reciente, un primer elemento a considerar era la alta conflictividad abierta suscitada en el último año previo a la convocatoria del paro. Este del 2 de diciembre del 2002 venía precedido de la realización de tres paros nacionales, el primero de una jornada laboral - 12 horas- el 6 de diciembre del 2001, convocado por Fedecámaras, al cual CTV se adhirió. Se protestaba la acción inconsulta al aprobar un paquete de 49 leyes con contenido económico la mayoría de ellas, en el marco de la primera ley habilitante otorgada al Presidente H Chávez.

  El segundo paro nacional fue por el nombramientos de directivos de Pdvsa, sin tener presente la meritocracia que los empleados de en Pdvsa reclamaban como una condición laboral por usos y costumbres en la empresa, fue durante tres días a partir del 9 de Abril del 2002 y finalmente el paro luego se convirtió en una protesta nacional y aún más en una situación contradictoria, en la que el militar del más alto rango en la fuerza armada el  General Lucas Rincón, el único de cuatro soles, acompañado de los jefes de las cuatro fuerzas,  anunció al país la renuncia del Presidente de la República. En ese momento el paro de origen laboral pasó a ser un incidente secundario al lado de una supuesta renuncia presidencial. Hay quienes sugieren que lo laboral fue premeditado para hacer emerger una situación de violencia de calle. Interrogantes y respuestas  siguen latentes.

  Por cierto el General Lucas Rincón no fue objeto de ninguna represalia, gozó del beneficio y generosidad de no ser investigado, más bien condecorado y nombrado para ocupar altos cargos públicos, aún hoy es el Embajador en Portugal.

  El tercer paro de este año tuvo una duración de un día, el 21 de Octubre del 2002 fue igualmente convocado por Fedecámaras, CTV y partidos de oposición, el objetivo explícito fue la búsqueda de mayores espacios democráticos.

  Con estos antecedentes la calle estaba recalentada para ese fin de año. De aquí que la convocatoria por los mismos actores de un nuevo paro no era para sorprenderse. Lo que si resulto temerario fue que a los pocos días de paro se le redimensionó, al declararse con carácter indefinido. Ya esto implicaba jugarse el todo por el todo.

  Igual hay que destacar en el análisis del conflicto como el gobierno se negaba a establecer puente alguno con los convocantes del paro.  No había institución de peso que promoviera con efectividad un dialogo entre gobierno y el liderazgo del paro. Téngase en cuenta que en la calle se movilizaban grandes contingentes de personas opositoras que realmente aspiraban una salida más allá de lo laboral, por tanto esta dimensión finalmente quedó minimizada como objetivo central del paro.

  Por su lado, el gobierno resultó más duro de lo que se pudiera imaginar, hasta el punto de desprenderse de más de la mitad de la fuerza y el talento laboral de esta actividad productiva vital para el sostenimiento del país, con los veinte mil despidos de una nómina que para entonces alcanzaba a treinta y ocho mil trabajadores. En los anales de la historia de medidas drásticas contra huelguistas el gobierno de H Chávez acompaña dos experiencias históricas. Una al Presidente Ronald Reagan -EEUU- al inicio de su primer mandato -1981-,  que ante una huelga de controladores de la aviación comercial que iba por el quinto día,  despidió a doce mil de un universo de trece mil controladores, y militarizó esta actividad. El otro caso, Margaret Thatcher, Reino Unido, que se impone ante huelga de un año de duración (1984-85) dirigida por el sindicato de mineros que se oponían al cierre de minas de carbon y la pérdida de 20 mil empleos.

  Es relevante que en los cuarenta años previos a este momento sólo se registran en el país dos paros nacionales, uno de tres días en enero de 1958, que trajo el derrocamiento del gobierno militar de Marcos Pérez Jimenez, y otro de sólo una jornada laboral convocado por el movimiento sindical cetevista, como reacción al estado de crisis y la cruenta represión por las fuerzas armadas con motivo del caracazo o sacudón de febrero de 1989. El movimiento sindical se sintió obligado a protestar contra el paquete neoliberal que precipitó el descontento y las protestas. Más que una acción frontal contra el gobierno, se trataba de abrir una válvula para drenar descontento de las bases.

  El funcionamiento de Pdvsa en los años posteriores ha resentido la pérdida del talento despedido, además de los vetos con proveedores y contratistas que también asumieron el paro de aquel año. Como reacción la empresa promovió precipitadamente organizaciones cooperativas que la mayor parte no alcanzaron los niveles de competencia y habilidades requeridas en esta actividad productiva. También la empresa multiplicó su nómina hasta llevarla a más de ciento diez mil personas, sin que con ello logre superar los indicadores de producción y productividad previos. También es importante reconocer que en estos años la empresa ha ampliado el abanico de actividades productivas y no productivas  distintas a las petroleras, todo en consonancia con el proyecto político del gobierno.

  El país depende mas del petróleo hoy que hace doce años, no porque se haya fortalecido esta empresa estatal, sino más bien porque se han debilitado otros sectores productivos públicos y privados. La manera como se resolvió este conflicto petrolero de diciembre 2002 a febrero 2003, sigue siendo un tema controversial, y todavía no han madurado las condiciones para contar con los elementos que permitan un análisis más de fondo del problema.

viernes, 19 de diciembre de 2014

ELECCIONES SINDICALES EN SIDOR



  Las relaciones de trabajo en Sidor no pierden su intensidad y atracción, es por lo que luego de unas prolongadas y complicadas negociaciones colectivas entre empresa y sindicato, por cierto aún sin cerrarse del todo, se abre ahora un proceso electoral de un sindicato tradicionalmente referente en la zona del hierro y en el país, como es Sutiss, a celebrarse del 19 al 21 de Enero 2015. Agreguemos una sorpresiva re estatización en el 2008 que ha mantenido sostenidamente la actividad productiva con índices de producción notablemente menores que los precedentes, además de una continuada y amplia incorporación de mayor cantidad de personas a la nómina de la empresa. Los conceptos y funciones de patrono, gobierno y estado, se confunden en el modo como se gestiona la empresa, influenciando y desnaturalizando el campo de las relaciones de trabajo.

  El escenario para estas elecciones está cargado con las tensiones que alcanzaron su clímax con la firma hace más de cuatro meses de un convenio colectivo que sigue siendo un misterio, ya que aún no ha llegado su texto completo al conocimiento de sus destinatarios principales, como son los trabajadores, y mucho menos a la comunidad y la nación toda, propietaria de esta empresa. No olvidemos que los convenios colectivos son documentos públicos, se trata de las condiciones de trabajo de un numeroso colectivo laboral.    

  Una característica del mundo sindical en los últimos años ha sido la pérdida de sus articulaciones con organizaciones sectoriales, con las regionales y las nacionales; porque en estos niveles hay organizaciones que han desaparecido o se han reducido a actividades de muy poca influencia, y por tanto poco repercuten en las organizaciones de base. Así también han nacido otras que no provienen de las bases sino que nacen por arriba.

  Sutiss no obstante su tamaño como sindicato es una organización de base y de hecho es de empresa, se desenvuelve en el ámbito de una gran empresa, localizada en un espacio determinado. Esta condición otorga ventajas para la comunicación y la acción entre los trabajadores y los dirigentes, todo está centralizado en un único espacio productivo. Los dirigentes tienen una alta visibilidad, por lo que la manera de ejercer la acción sindical sea con predominio de estilos y prácticas burocráticas, democráticas o autoritarias son difíciles de ocultar.

  Un sindicato de empresa está poco conectado con la actividad sectorial productiva, carece de formulación de políticas en este ámbito, y en tiempos que el movimiento sindical en su conjunto está desarticulado y atomizado, es más vulnerable a las influencias patronales y estatales, que son los principales actores con quienes interactúa como entidad,  con intereses en algunos casos coincidentes pero en otros divergentes. El escenario al cual se ve sometido un sindicato en esta situación, esta dominado por lo circunstancial y cotidiano, facilitando una práctica sindical focalizada y cautiva del día a día.  Al final, sigue atrás reactivo de las estrategias patronales y estatales, y por tanto con dificultades para construir y formular las suyas.

  Un proceso electoral sindical inevitablemente se inscribe en la polarización política predominante, aún más en este caso de un sindicato como Sutiss y en una empresa emblemática como Sidor; si bien ésta anteriormente se caracterizó por ser innovadora tanto en lo productivo, como lo organizacional y lo laboral, aportando cuantiosas riquezas a la nación y a la comunidad, hoy no lo es tanto, más bien requiere de ayudas y subsidios para sostenerse, pero sus glorias de ayer siguen pesando, por lo que sus elecciones sindicales atraen la atención más allá de quienes votan y también de quienes gerencian la empresa.

  A pesar de las debilidades planteadas, hay elementos meritorios que constituyen una fortaleza a toda organización colectiva. Destacable la consecuente consulta electoral a sus afiliados. Ello ha permitido que en más de cincuenta años de actividad sindical, de 1963 al 2014, son 51 años, restemos los siete con una directiva interventora impuesta por cúpulas sindicales y por encima de la voluntad de los trabajadores, ha tenido trece procesos electorales y once presidentes sindicales diferentes, lo cual en el movimiento sindical venezolano representa una meritoria trayectoria de cumplimiento estatutario y de alternabilidad. Esto de por sí es un patrimonio digno en el sindicalismo venezolano, de rasgos tan caudillista como las organizaciones gubernamentales y políticas.

  Sin embargo llama la atención el alto número de propuestas electorales. Doce planchas en este caso, en las pasadas elecciones fueron once. Cabe preguntar si tal diversidad de proposiciones responde realmente a pluralidad, diferenciación y especificidad en los análisis de lo realizado y en las visiones hacia mañana, en adecuaciones a nuevas circunstancias, en las propuestas de como encarar los problemas del presente y del futuro, así como las posturas ante los logros, las derrotas y ante los hechos relevantes para los afiliados y para la empresa. Téngase presente la continuada pérdida de capacidad productiva por un lado y el deterioro de las condiciones de trabajo por otro, no sólo como fenómeno particular de esta empresa, sino del conjunto de empresas dirigidas con similares criterios. Por supuesto que en esta coyuntura electoral son repuestas que las han de dar quienes participan directamente proponiendo planchas en estas elecciones, así como han de ser conocidas por los afiliados votantes y el país en general, porque se trata de una empresa de la nación que viene funcionando con serios problemas.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

CRISIS DE LA SOCIEDAD SALARIAL. DESIGUALDAD Y SOMETIMIENTO



   La modernización en nuestra sociedad trajo la difusión y masificación del régimen del asalariado. Los campesinos y jornaleros del campo y la ciudad fueron gradualmente accediendo a un nuevo status que se caracterizaba por el logro de empleos bajo el régimen de asalariado, con un pago fijo y estable, y una tutela de la legislación laboral.

  Hacia los años sesenta este régimen se benefició del impulso que le brindaba un contexto político, que aspiraba estabilidad y una condición económica que adoptó y promovió un esquema de industrialización por la vía de la sustitución de importaciones. Por los años setenta se alcanzó un alto nivel de extensión del régimen de asalariado tutelado, además de sindicalizado y partícipe de los beneficios de las convenciones colectivas, con lo que se fueron mejorando aquellos sectores que convenio tras convenios revisaban y ampliaban sus condiciones de trabajo y el acceso a beneficios socio económicos.

  En tanto algunos sectores mejoraban sensiblemente sus condiciones de trabajo y de vida gracias a las acciones reivindicativas, otros quedaban en los limites mínimos que la legislación laboral otorgaba. Por eso a fines de la década del ochenta se inició proceso de su revisión, concretándose con la Ley Orgánica del Trabajo en 1990, sirvió para mejorar a quienes eran la amplia mayoría de los trabajadores, es decir los que no disfrutaban de los beneficios de las convenciones colectivas. También es útil destacar, que los beneficios de los convenios colectivos se convertían en referentes con cierto impacto en algunos sectores no contractualizados.

  Con lo anterior se deja ver, tres procesos importantes a tener en cuenta en lo tocante al progreso y la desigualdad entre los trabajadores. Primero, es muy importante contar con la capacidad para que se organicen y dispongan de instituciones propias para sus acciones reivindicativas; segundo, que concreten con los empleadores la revisión periódica de las condiciones de trabajo en los ámbitos productivos, sea en la empresa o en la rama sectorial. Tercero, hay necesariamente una vertiente de  la acción reivindicativa que ha de dirigirse hacia las instituciones estatales, para el logro de decisiones sobre políticas sociales y económicas que están más allá de las facultades de los empleadores.

  Con los dos primeros procesos se mejoran las condiciones de trabajo de los trabajadores organizados sindicalmente, por eso el hecho mismo de organizarse es una condición necesaria, y con ello reclamar con la fuerza de la representatividad ante el ente empleador condiciones justas y viables para el trabajo y la distribución de los beneficios. Con el tercer proceso, se apunta a un doble propósito, por un lado obtener respuestas a la satisfacción de las necesidades que están más allá del ámbito de solución de los empleadores, y con esto igualmente se responde por problemas y necesidades de los sectores no organizados sindicalmente, pero afiliables al mundo sindical o asociativo.

  El accionar en los términos descritos es lo que va fortaleciendo la sociedad salarial, porque da a los asalariados un espacio para su mejoramiento en las relaciones de trabajo, así como en las políticas públicas. Si el accionar es sólo en los centros de trabajo, en las empresas, lo que a la larga ocurrirá será una ampliación de la brecha entre las condiciones de trabajo de quienes tienen convenios colectivos, con aquellos que apenas son beneficiarios de los mínimos de la legislación laboral.

  Esta brecha a la larga se convierte en combustible para tensiones entre trabajadores beneficiados por lo positivo de la sociedad salarial, con aquellos que sólo acceden a los mínimos, o  peor aún con aquellos que ni siquiera acceden a estos beneficios de la legislación laboral. Como resultado se ve una fragmentación con tres segmentos claramente diferenciados en el mundo del trabajo, que se traduce en desigualdad. En nuestro modelo laboral se ha pecado de varias maneras para que esta segmentación y las brechas estén presentes. Veamos las más destacadas.

  El predominio de una sindicalización por empresa. Se trata junto con su resultado natural, como es la negociación colectiva igualmente por empresa, de las formas organizativas y de establecimiento de las condiciones de trabajo más retrógrada en las relaciones laborales de una sociedad determinada.

  Este esquema laboral por empresa es funcional a las conveniencias y ventajas de los empleadores. Véase que en el régimen de A Pinochet -Chile-, su conocido Plan Laboral -1978- asociado a su esquema de fomento de una política económica neoliberal al ultranza, se acompañó de cambios en materia laboral que hicieron desaparecer a los sindicatos por rama así como la negociación equivalente, sustituidos por los sindicatos y las negociaciones por empresa. Esquema que trajo consigo la desarticulación y fragmentación de las organizaciones de los trabajadores.

  Entre las consecuencias de estas forma de las relaciones de trabajo, se produce un fomento de aquella tercerización laboral motivada a disminuir costos laborales, ya que le resulta viable al empleador transferir trabajadores de su nómina a otra empresa, no importando que funcione en el mismo espacio productivo, y con ello el trabajador pasa a ser sujeto de la desafiliación sindical, y al mismo tiempo la pérdida de las conquistas laborales incluidas en los convenios colectivos que su propia militancia contribuyó a conquistar.

  Bien, resulta que en Venezuela hemos tenido gobiernos socialdemócratas, social cristianos y revolucionarios bolivarianos y todos han profundizado este esquema de sindicalización y contractualización colectiva. Además de un pronunciado intervencionismo en la vida y funcionamiento de las organizaciones de los trabajadores, pero no para su fortalecimiento sino para su subordinación. Se aprecia que el intervencionismo se ha acentuado en estos últimos tiempos con la vigencia de regulaciones que ahogan la vida sindical.

   Autonomía y subordinación es una lucha entre fuerzas y visiones tanto ayer como hoy. Solo que  muchos de los que pugnaban ayer por autonomía ahora se someten dócilmente, en tanto algunos comprometidos con el papel del poder de ayer han re evaluado el valor de la autonomía, como condición para la acción reivindicativa y política.


martes, 2 de diciembre de 2014

APORTES DE LOS TRABAJADORES A LOS INGRESOS PÚBLICOS Y EXPECTATIVAS PARA EL 2015


El trabajador al prestar servicios a un empleador con su esfuerzo lo beneficia, así también al Estado ¿Por qué?. Si bien es el empleador quien lo contrata y asume la tutela cotidiana, pero su establecimiento productivo paga al Estado diversos impuestos y otras tasas que son al igual que el trabajo mismo, erogaciones que inciden en el nivel de empleo y de los salarios que el empleador está dispuesto a admitir, además los impuestos reducen la porción que queda como utilidad para el patrono y la porción que se reparte a los trabajadores. Cierto que al trabajador se le garantiza por ley un mínimo de días de utilidades, de igual manera al estar organizado colectivamente y negociar los convenios se trata de asegurar un mayor número mínimo de días, en el entendido que la porción a repartir al factor trabajo es de un mínimo del 15% de la utilidad repartible.

  Hay aportes al Estado que el trabajador ve directamente deducidos en su recibo de cobro salarial, como es el del seguro social, el de régimen prestacional de empleo, el de vivienda, del Inces. Pero por otro lado existen tributos que el ente productivo aporta al Estado, y que son resultado de la actividad productiva que deriva de la acción conjunta del capital y del trabajo.

  De esos aportes buena parte han de revertir a la sociedad de la cual forman parte tanto los trabajadores como los empleadores, en servicios esenciales de bienestar y salud, seguridad y justicia, educación y capacitación, infraestructura y servicios públicos, como los más directamente apreciados por los ciudadanos ¿Cuanto revierte a unos y a otros? Quienes sean más frecuentes usuarios de los servicios públicos y otras actividades prestadas por el Estado tendrán la oportunidad de ser retribuidos por lo pagado en tributos. De otro lado hay una retribución que no ven directamente los trabajadores y sí las empresas, porque se trata de incentivos al funcionamiento empresarial, como divisas, servicios y créditos subsidiadas.

  Aquí caemos en un asunto soslayado como es el no valorar y proteger los buenos servicios para su permanencia y mantenimiento, o por otro lado ser indiferente ante la poca calidad o hasta la misma desaparición de los mismos. Servicios públicos como el Metro de Caracas fue por muchos años orgullo de buen transporte, o los hospitales públicos que fueron percibidos como la vanguardia de la mejor medicina del país. Hoy vemos a los centros de formación y capacitación del Inces casi sin ninguna actividad, a pesar de tanta necesidad de formación de jóvenes para oficios y ocupaciones imprescindibles en el funcionamiento productivo.

   Cabe aquí recordar que el presupuesto nacional lo alimenta en primer lugar lo que recauda el Seniat, y en este monto los trabajadores son doblemente aportantes, por un lado como productores,como acabamos de describir, y por otro como consumidores (IVA).

  Es de llamar la atención que el sector petrolero viene aportando una proporción menor al Presupuesto Público, de un 29% en el 2012, paso a un 26% en el 2014, en cambio los diversos impuestos (IVA, la renta, importaciones, cigarrillos y otros) pasaron en en ese mismo lapso de 71 al 74%.

  Es fundamental prestar atención al uso y gestion de esta masa de dinero que ingresa al Estado para la administración del país. Se trata de familiarizarse con el Presupuesto Público nacional, en sus montos, su orientación, su empleo, su transparencia. El Presupuesto de la nación es un instrumento que exterioriza como se concibe nuestro presente y futuro. Aquí cabe resaltar un hecho dificultoso, y es que  tradicionalmente el país contaba con un presupuesto que era la síntesis de todo lo que ingresaba a la nación así como un instrumento que reflejaba las erogaciones del Gobierno, pero hoy observamos que paralelamente a éste existen otros Fondos que manejan recursos y sobre los cuales hay opacidad, entre otros tenemos el Fonden, el Fondo Chino, el Fondo Miranda, el Bicentenario, el Fonacit.

  Sirva el anterior planteamiento para recordar que el Presidente Carlos Andres Pérez fue destituido en su segundo gobierno, por un manejo poco transparente de la cuenta presidencial, en  el traspaso de un dinero al gobierno de Nicaragua, presidido por señora Violeta Chamorro, que recién había derrotado a los sandinistas en sus primeras elecciones.

   El manejo oscuro y dudoso de los recursos de todos los venezolanos es un asunto que como problema y preocupación ha de estar en la conciencia de quienes tienen sensibilidad. En el año que corre se presupuestó con un precio del barril del petróleo a $ 55, y al día del hoy la media del año ha estado en $ 92,76, un 70% por encima de lo presupuestado, ha habido un colchón cómodo para la administración gubernamental, pero el del 2015 se ha presupuestado con un barril a $ 60, y si vemos que el mes más reciente -Noviembre- el precio estuvo en $ 70  apenas un 15% por encima, estamos entonces ante una expectativa sumamente grave para la administración estatal, en el umbral de mas escasez y penurias, lo que requiere mirar con atención lo que pagamos en impuestos, lo que aportamos al funcionamiento público, así como lo que ingresa en divisas por la liquidación de los activos que nos brindo la naturaleza y que indudablemente no se están administrando con los mejores criterios.

  En el ámbito del gobierno y del Estado en general, así como de las instituciones políticas y sociales, no se siente la complejidad de la situación expuesta; y lo que más se percibe es que esta crisis la paguen con mayor sacrificio los trabajadores.

martes, 25 de noviembre de 2014

CONSECUENCIAS DE POLITICA LABORAL EN GREMIOS EMPRESARIALES Y SINDICALES


Los sindicatos de trabajadores y los diversos gremios que hacen vida en el ámbito de las relaciones de trabajo, resienten la poca participación que tienen en la construcción de políticas públicas de temas que inciden directamente en sus representados.

  En la construcción legislativa ya sabemos la recurrencia a la habilitación del Poder Ejecutivo para que legisle. Desde 1999 hasta hoy suman más de cinco años los lapsos de habilitación del cual ha dispuesto el poder gubernamental para hacerse las leyes del interés de la sociedad, con la característica de muy bajo nivel de consulta a los gremios. Los procesos de consulta más conocidos son más por coincidencias a priori entre los consultados y quienes gobiernan, y no tanto por la condición que aquellos tienen la representación de determinados sectores de la población.

  De la CTV de los años sesenta al noventa, que su voz era obligada oírla y considerarla en la elaboración de la política laboral por los poderes públicos, a quienes hoy ocupan los lugares de conducción del nuevo espectro de centrales y corrientes sindicales hay una notable diferencia. Incluso la mayor diferencia es la CTV misma, la de hoy resulta más un obstáculo que una solución, pero la culpa no son de las siglas, que por el contrario tienen una historia -desde 1936 en adelante-  y un peso institucional recuperable.

   En cuanto a los gremios empresariales mas notable era su peso, ya que no sólo eran oídos sino que tenían influencia para imponer políticas, ministros y altos funcionarios.

   Tanto los gremios empresariales (Fedecámaras, Conindustria, Consecomercio, y sus afiliados), como la CTV y sus federaciones afiliadas, reaccionaron temprano contra el nuevo status de la relación con los poderes públicos, así lo demuestran los paros nacionales coordinados del 2001-2002. La confrontación directa con el gobierno, que se tradujo en el “Chávez vete ya”, la ganó el gobierno. Entre sus reacciones posteriores fue atribuirse el fomento de organismos sindicales y gremiales paralelos.

   El paralelismo en lo sindical ha sido un proceso efectivo para sus propósitos, ya que aportó desde el lado de sus promotores un exitoso plan de fragmentación que multiplicó las organizaciones sindicales en todos los ámbitos, sea en el ámbito de empresas, sectorial y nacional. Si bien desde el oficialismo recientemente se empieza a observar un proceso de agregación a nivel de organizaciones de bases, lo que tiene relación con procesos de estatización que colocan en sólo el patrón estado a todo un sector productivo extendido en todo el país, como ha ocurrido en electricidad, petrolero y en cemento.

  La fragmentación sindical resultante del paralelismo ha desarticulado el movimiento sindical, especialmente ha roto mecanismos de vinculación orgánica y efectiva. Por ello a pesar de la muy alta conflictividad laboral de los últimos años, las luchas y los esfuerzos que demandan esas acciones no se traducen en impactos y logros equivalentes. Apenas desde hace poco menos de un año se observan algunas incipientes manifestaciones de acciones coordinadas entre tendencias que andaban cada una por su lado, incluso enfrentadas entre si. Pero está aún distante alcanzar el grado de articulación necesario para contrarrestar políticas laborales lesivas para sus representados.

  Bien diferente fue el proceso de fomento de organismos paralelos desde el Ejecutivo en el ámbito de los gremios empresariales. Sus esfuerzos en promover gremios desde el gobierno o también candidaturas oficialistas en las elecciones de gremios empresariales, no han sido exitosos. Los gremios promovidos por el gobierno existen pero con menor impacto que los tradicionales. El único caso de un gremio de amplia representación y de vieja data, que al menos su Presidente ha mantenido permanente coincidencia con el gobierno es el de los pequeños industriales -Fedeindustria-. Demás está recordar que es universal en nuestro país, que los empresarios de cualquier magnitud, tienen la necesidad de un canal de relación fluido con instancias oficiales para su propia supervivencia, dado factores de política económica que derivan de una economía que ha acentuado su extractivismo dándole al Gobierno la recepción de un 97% de todas las divisas que ingresan al país, y con ello redistribuir según sus criterios.

  A pesar que las confrontaciones abiertas del empresariado con el gobierno en las acciones del 2001-2002 eran de un alto riesgo, ya que apelaron a estrategias extremas como convocatorias a paros nacionales y poner en práctica lockout, es decir cierres empresariales, trayendo consigo que sus organizaciones y dirigentes fueron sometidos a juicios y otros hostilizados. Ante la OIT se documentaron oportunamente denuncias que referían a secuestros, asaltos de sedes y negación de diálogos, entre otros. Denuncias que el gobierno venezolano no ha respondido satisfactoriamente, lo que mantiene latente esos casos.

  Por el lado sindical han ocurrido una mayor diversidad y cantidad de hostigamientos, sin embargo han repercutido menos en los ámbitos externos, como es la OIT, he incluso en las propias instancias internacionales sindicales. En las memorias e informes de la Central Sindical de las Américas -CSA-  y de la Central Sindical Internacional -CSI- no se ven agresiones al movimiento sindical venezolano, lo que en buena medida es resultante de la fragmentación existente y la dificultad de presentar una voz unitaria y efectiva. Recientemente fue que vimos al fin un caso, como es la manifestación de preocupación de la CSA por la situación de hostigamiento y agresión al sindicalismo mayoritario en el Inces.

  Para finalizar, se destaca que al tiempo que los gremios empresariales han preservado su unidad y se puede afirmar que han logrado superar aquella imagen que quedo de un liderazgo que apoyo una gigantesca movilización popular para que luego su máximo dirigente se hiciera ilegítimamente de la primera magistratura. Esto determina que sus voceros de hoy y sus planteamientos especialmente sobre política económica se expresen en un nuevo contexto que permite recuperar una creciente audiencia en el país, de ahí el resurgimiento de señalamientos y acusaciones gubernamentales contra la credibilidad de dirigentes de los gremios empresariales.  

jueves, 20 de noviembre de 2014

TERCERIZACION: SECTORIAL Y LABORAL


 La tercerización es un término que conlleva ciertas confusiones porque responde a dos ámbitos relacionados pero diferentes. Uno es el sectorial y el otro el laboral. Además en nuestro contexto el término es asociado predominantemente con propósitos peyorativos y perjudiciales para la fuerza de trabajo integrada a esta condición laboral, ello obliga a clarificar que con antelación al uso de la misma palabra tercerización, ya ésta era de uso corriente para situaciones de naturaleza diferente (sectoriales) y más bien como fenómenos que no contenían carga negativa para la fuerza de trabajo.  

 ¿Cual era el uso del termino tercerización en el ámbito económico y de mercado laboral? el economista inglés Colin Clark (1905-1989) publicó su libro “The Conditions of Economic Progress” en 1940 e incluyó una larga data económica que clasificó con la división de los sectores productivos en primario, secundario y terciario, para fines más de comparación que de análisis,  entre países así como a su interior. Esta clasificación ha sido posteriormente de valiosa utilidad en las estadísticas de los países así como para la formulación de políticas, análisis y tomas de decisiones en temas de economía y desarrollo. 

  Al denominar a un sector de la economía y de la producción como terciario, ha dado lugar que se identifique como tercerización los procesos que fomenten las actividades productivas que se ubican en este sector, que como bien se sabe refiere a actividades de servicio y comercio. Además ha de destacarse que en la amplia mayoría de los países alberga en el terciario la mayor cantidad de su producto interno bruto -PIB-,  como también el mayor porcentaje de población ocupada. En el mundo más de 63% del PIB proviene del terciario. De las veinte economías de mayor tamaño sólo en tres el secundario supera al terciario, se trata de China, Indonesia y Arabia Saudita. Por nuestra parte contamos con más de un 60% del PIB del terciario. 

  Si bien la mayoría de los países europeos y algunos mas de otros continentes desarrollaron un proceso de crecimiento del sector secundario a lo largo de los siglos XIX y XX, también es observable que en la segunda mitad del siglo XX la tendencia dominante de las mayores economías fue hacia la tercerización por el crecimiento de este sector tanto en el PIB como en fuerza de trabajo.   

  Los sectores primario y secundario, -agricultura y la industria-,  han venido reduciendo su fuerza de trabajo, dando lugar al crecimiento del sector terciario. Pero en este empieza a ocurrir también su disminución, notable en el financiero y el comercio, aquellas empresas que recurren a nuevas tecnologías para el manejo de grandes volúmenes de data y la agilidad de las transacciones. Persisten con la ocupación de grandes volúmenes las actividades de salud, educación, administración pública, turismo y una amplia diversidad de servicios personales.

Es necesario destacar que los límites entre la fabricación o manufactura y los servicios son cada vez más borrosos. Los bienes manufacturados se van haciendo más inteligentes, vienen más cargados de conocimientos, que proceden de los laboratorios de Investigación & Desarrollo –I & D-, de las patentes, de las innovaciones; éstas pueden representar importantes fuentes de incremento de las ventas, de la producción o de la productividad, un nuevo producto, disminución de los costos, procesos más limpios, menos contaminantes. 

Una caracterización de los servicios destaca que se trata de procesos, realizaciones, y no bienes físicos. Ellos se realizan en el momento que se brindan, su caducidad no permite el almacenamiento, se pueden pagar por anticipado, en el momento de su realización o a posterior, pero se prestan en un solo momento. Inseparabilidad de producción y consumo: se consume mientras se realiza. 

Son intangibles, aunque requieren instalaciones para su prestación, pero lo que se brinda son insumos, sensaciones y sentimientos de seguridad, información, educación, salud, entretenimiento. Su diversidad es infinita, son heterogéneos.

El estimulo al consumo de bienes, ha llevado a los promotores del marketing a asociar el producto con satisfacciones directas de los individuos, de los usuarios. Productos emblemáticos del sector secundario, como puede ser el acero o las pinturas, son planteados como las “soluciones acero” y las “soluciones pintura”, ya que la misma segmentación de los productos atendiendo a los clientes, lleva a cuasi-personalizar el uso. Para destinatarios precisos, usos definidos a problemas y aplicaciones concretas. Relación del producto con el cliente. Sus usos, sus necesidades, su mejoría de calidad de vida. Productos segmentados, a la carta.

También se ha denominado cuando los fabricantes transfieren o externalizan actividades, en buena medida las tercerizan porque las colocan en manos  de empresas que son del sector terciario o que al ponerlas en manos de otra empresa las tercerizan porque se trata de una figura distinta a la empresa contratante, y he ahí  una confusión de todos estos procesos.  

 Téngase en cunta que no todos los que conforman el personal de una empresa industrial, están actuando directamente sobre las materias primas transformándolas o procesándolas, existen necesariamente los trabajadores indirectos que prestan apoyo a aquellos considerados directos por actuar en contacto con el producto que se transforma o el eje de la actividad del servicio. Para atender estas tareas hay que hacer compras, administrar suministros, logística, hacer mantenimiento, proveer seguridad y limpieza, administrar recursos financieros, recursos humanos, llevar registros contables, en fin, todos apoyos a las acciones de los trabajadores directos. 

Al externalizarlos, las empresas que los absorben o los trabajadores de estas empresas que ahora tendrán la función que antes tenían miembros del personal fijo, de la empresa receptora del servicio, pero que fueron transferidos, entonces ya no son considerados trabajadores del sector secundario o manufacturero sino del sector servicios. Este proceso es persistente, las empresas empezaron externalizando actividades claramente desvinculadas de la producción, como la vigilancia, el comedor, los servicios médicos, pero más tarde externalizaron actividades más vinculadas con la producción, como el suministro de materiales, la reparación de los equipos, el control de la calidad, por ejemplo.

Dilemas de esta naturaleza son de importancia considerar a propósito de los plazos fijados para restricciones a una de las tercerizaciones.. la de orden laboral. 

martes, 11 de noviembre de 2014

¿EL FIN DE LA TERCERIZACIÓN?


  Estamos a pocos meses del fin del lapso que se fijo en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras a las empresas para decidir sobre la tercerización, dada su prohibición por entenderla como un acto de fraude o simulación de la relación de trabajo.

  El término tercerización es de reciente uso en las relaciones de trabajo de nuestro país. Mas antigüedad tienen en nuestro medio las categorías contratista, subcontratista, intermediario y empresas de trabajo temporal, que si bien cada una define una situación dada sí están relacionadas. Con este primer comentario, vemos dos asuntos importantes por clarificar por un lado el origen, concepto y uso del término tercerización, por el otro su relación con las otras categorías mencionadas.  
  El fenómeno o la práctica de recurrir a terceros para que realicen actividades que la empresa principal o beneficiaria le delega por vía de un contrato no es nuevo, ya que de contratistas hablamos desde que existen las empresas. Pero es desde el momento que existen derechos y conquistas laborales importantes que este fenómeno se ha tornado relativamente complejo y por ello sensible a que se produzcan controversias, por la posibilidad que el uso de este recurso este motivado por eludir derechos laborales.

  En el sector petrolero ya en la mitad de la década del cincuenta, que para el momento se contaba con un patrimonio de tres convenciones colectivas acumuladas, hubo controversias por el excesivo uso de contratistas en tareas que se consideraban por denunciantes como centrales a la actividad, lo que llevaron a que en la misma OIT, en su Comisión de la Industria Petrolera se abordara y analizara el tema en su 5ta reunión, Reporte publicado en 1955 (Lucena, H. “Las relaciones laborales en Venezuela. El movimiento obrero petrolero y desarrollo, proceso de formación y desarrollo”)

  La complejidad más visible al transferir actividades a terceros es explicar ¿por qué recurrir a otro prestador de servicios? Aquí cabe responder con razonamientos que no ofrezcan dudas de que sea por eludir compromisos laborales, sino que se pueda dar una explicación satisfactoria en el ámbito de la organización del trabajo, por ejemplo la necesidad de recurrir a un oferente especializado, con mayores competencias y medios que los propios para la actividad requerida.

 Explicar satisfactoriamente la interrogante pasa por distinguir entre actividad central y actividad accesoria en un establecimiento productivo. Cuales son unas y cuales otras es un asunto muy heterogéneo, como lo es en general el hecho de producir teniendo presente las variadas formas de organizarse para ello. Creemos que es perentorio debatir y definir criterios al respecto, en esta etapa previa al vencimiento del lapso indicado en nuestro primer párrafo.

  En los últimos años hay que tener presente las transformaciones que ha experimentado el desenvolvimiento del capitalismo global, para adecuarse a nuevos competidores, agotamientos de sistemas productivos, todo ello ha demandado esfuerzos y procesos de reestructuración productiva, es ahí en donde los procesos de descentralización y cambios en la organización del trabajo determinan un resurgimiento de procesos de externalización de actividades a contratistas, estos a subcontratistas, empresas de trabajo temporal,  en fin recurrir a terceros. Hay un nuevo paradigma productivo que ha de encararse y asegurar que quienes son trabajadores no sean perjudicados.  

  Se ha pasado de la empresa centralizada que tenía por lógica tener la mayor cantidad de procesos y actividades para llevar a cabo la producción bajo su dominio e incluso en un mismo espacio, se pasa ahora a esquemas en donde las ventajas se entienden en una lógica invertida. Es decir contar con la menor cantidad de actividades bajo dominio y en un espacio propio. La tendencia es a la fragmentación y a la descentralización de las actividades. He ahí que la externalización de actividades se ha extendido universalmente.

  La complejidad de definir las categorías que nos ocupan es tan evidente, que en la misma OIT se destinaron dos Conferencia Internacionales - 1997 y 1998- al trabajo en régimen de subcontratación como tema central. Se prepararon sendos proyectos de Convenio y de Recomendación, y no obstante las amplias evaluaciones realizadas en los países miembros y de las extensas discusiones en las conferencia, no se llegó a acuerdos, ni teóricas ni operativos respecto de qué es el fenómeno de la subcontratacion, ni de como enfrentar el problema. Jugaron un papel importante en estos resultados las diferencias de los sistemas legales, idiomáticas y posiciones de empleadores en sus planteamientos respecto al desarrollo de las actividades económicas y la creación de empleos (Echeverría, M “Historia inconclusa de la subcontratación y el relato de los trabajadores”). A pesar de lo anterior el tema se sigue tratando.

  ¿Cual es la magnitud de este fenómeno en nuestro país? Los usuarios de estos datos para el análisis profesional y académico necesitamos que sean provistos por los entes públicos relacionados. Hoy no los tenemos. No sabemos objetivamente la magnitud del problema. Entendemos que el fenómeno existe, como en todos los países. Pero hay ausencia de información, que bien podía ser recopilada por las encuestas a empresas que contratan a terceros en sus distintas categorías, así como en la dirección contraria, de aquellas que son contratadas para prestan servicios sea en elaboración de bienes, en prestación de servicios o en suministro de personal.

   En este materia es fundamental reconocer que las estructuras de la Administración del Trabajo tienen la pertinencia más directa, pero el desafío es grande por lo que resulta frágil asumirlo sin el establecimiento de mecanismos efectivos y amplios de consulta e intercambio entre el ámbito laboral y el ámbito económico, además de la previsión social, el tributario; y no sólo del sector estatal, aquí es relevante que productores privados sean consultados, tanto por el lado de el trabajo como de las empresas.

lunes, 3 de noviembre de 2014

LA MORAL EN CRISIS Y ETICA EN UNA ORGANIZACION PRODUCTIVA Y SOCIAL

   

  Observando como ciudadano la manera como se han manejado los abundantes recursos públicos, hemos venido perdiendo la capacidad de asombro. Los señalamientos de la carta de Jorge Giordani, y en la misma línea la denuncia de la ex ministra y ex presidente del Banco Central de Venezuela, Edme Betancourt de García, los planteamientos están ahí, nada se hace, es que hasta ya casi ni se comentan. La reacción de los poderes estatales no pasa de discursos y señalamientos generales y algo abstractos, por ejemplo que la guerra económica, que el capitalismo, en fin al final de todo algunos negocios menores señalados.

  También importa subrayar lo arraigado en nuestro medio de la cultura de la viveza y de la picardía, del oportunismo y aprovechamiento, de la desconfianza y el temor a actuar saliéndose de la corriente y la tradición, pues bien la experiencia de la presente investigación nos lleva a encontrar que si se puede actuar por encima de estos estereotipos tan difundidos y arraigados.

  Es justamente lo que hemos venido observando en la dirección del trabajo de tesis doctoral de Diony Alvarado “Los valores éticos cooperativos desde la praxis ..” nos ha sensibilizado en reconocer cuan heterogéneo y diverso es el mundo de la actividad productiva y social en nuestro país. El contraste lo destacamos porque la investigación de los valores éticos desde la praxis, ha sido llevada a cabo en una organización cooperativa, que creó, promovió y administra una experiencia productiva solidaria, que sin haber recibido dineros estatales, que bien pudiera recibirlos por su función social, ha sido una escuela de gestión y manejo de recursos por la vía de la producción y distribución de alimentos en donde se proveen cientos de miles de familias cada mes.

  Se trata de un colectivo de personas que empezaron su vida cooperativa en el Estado Lara en la década del sesenta y que hoy muestran una historia de experiencia, luchas y logros, de la cual la tesis se ocupa. Pasaron por diversas y difíciles experiencias, algunas traumáticas como el manejo de los servicios de transporte urbano en la década del setenta y la relación con otros actores vinculados, pero en todo caso dejaron un aprendizaje que fue el que les sirvió de punto de partida para años mas tarde -1983-, cuando dan los primeros pasos para crear las ferias de las hortalizas, que es la experiencia de funcionamiento sostenido hasta el presente, y que es un catálogo de importantes lecciones en lo ético, y derivado de ello en otros órdenes del funcionamiento organizacional.

  Mas adelante al ser defendida la tesis habrá oportunidad de entrar en los detalles del análisis, por ahora importa destacar que el sólo hecho de ser sujeto de investigación en lo que corresponde a lo ético en la praxis, ya es digno de llamar la atención, porque no se prestan fácilmente las organizaciones que manejan dinero, recursos y hacen actividad productiva y comercial a ser auscultadas de manera objetiva, sin fines propagandísticos, ni de intereses económicos ni políticos, ni tampoco bajo la condición de inspección estatal. En este caso es sólo con el espíritu de lo que es la vida académica como es la búsqueda de la verdad. No entraremos por ahora en mayores detalles del contenido porque es importante dejar para pronto cuando la tesis sea defendida por su autor.

  Si podemos adelantar que temas como el manejo del dinero, la ejecución de las compras, la vigilancia de los productos en su arribo, almacenamiento, ventas y salidas para clientes individuales, detallistas y mayoristas, en el funcionamiento contable, en la ejecución de las tareas, en la rotación y aprendizaje permanente, en las prácticas solidarias entre los miembros cooperativos así como con los compradores y proveedores, en la igualdad y la equidad que da lugar a asignaciones dinerarias comunes, con muy discretos diferenciales, justificados colectivamente atendiendo a razones y argumentos  transparentes y por tanto convencidos de su sentido. La horizontalidad real  de cientos de asociados que conviven y convergen en internalizar que gerentes, supervisores y operarios son todos a la misma vez. Que se habla de directivos solo para cumplir con las formalidades legales, pero que la cotidianidad es de genuina convivencia productiva y social.

  Se pudiera pensar que es una convivencia sin problemas, pero no es así, ya que si surgen, lo especial y diferente es que los problemas son puestos sobre la mesa y entre diversos colectivos se abordan, analizan y van encontrando el sentido, las causas, y finalmente las soluciones. Este hecho ayuda a entender como es que acumulan miles de reuniones al final del año.  Nada se guarda, sea para resolver los problemas como para afrontar la cotidianidad. Las intenciones ocultas no encuentran ambiente propicio. Tienen más de treinta años siguiendo ese camino, y nos les ha ido mal. Sus primeros treinta años dejan enseñanzas que bien vale la pena preservar para tanta necesidad de ética que requerimos hoy.  

      hector.lucena@gmail.com
      @hl_lucena

lunes, 27 de octubre de 2014

ANTECEDENTES Y FOMENTO DE LA FRAGMENTACIÓN SINDICAL



  En la comprensión de las relaciones de trabajo de una sociedad determinada, entendida ella como la relación necesaria entre empresa y trabajadores para los hechos productivos, una tarea fundamental es el conocimiento de trabajadores y sus organizaciones como también de empresarios y sus gremios. Ambos han de ser comprendidos en su dimensión interna, como en sus relaciones entre si, y muy especialmente en sus relaciones con el Estado y particularmente con los Gobiernos. Hoy la sociedad venezolana vive difíciles relaciones en este esquema. Es por lo que nos planteamos comentar sobre la evolución sindical, entendiendo que desde sus origines ha sido una fuerza que nació enfrentando al status quo, por lo que ha sido natural que a lo largo del camino enfrentara oposiciones y obstáculos. De su evolución derivan varias consideraciones, algunas bien estudiadas, otras no, por lo que también hay creencias y especulaciones.

   En la vida económica de las sociedades que llegaron más temprano al capitalismo -países europeos-, desde sus inicios se empezaron a formular planteamientos dirigidos al reconocimiento y a los derechos de los trabajadores y sus organizaciones. Es muy importante tener presente que tenían una orientación bien diferente a las organizaciones previas que congregaban a los trabajadores organizados a partir del oficio, es decir los gremios de quienes como artesanos tenían una situación de relativa ventaja, por el conocimiento y el control de los procesos productivos que ejecutaban. Pero la fábrica y el maquinismo en general, degradó el trabajo artesanal y colocó a los trabajadores en una situación menos ventajosa para la defensa y conquista de un tratamiento justo. Esta historia tiene dos y tres siglos en los países europeos.

  Mientras todo esto pasaba en el viejo mundo, por estos lares tropicales de la Venezuela de entonces, estábamos en guerra primero por la independencia y luego la de los caudillos regionales contra quienes se adueñaron del poder central, y ahí se nos fue todo el siglo XIX. Empezando el siglo XX el gobierno central finalmente se impuso y liquido los últimos levantamientos de montoneras y caudillos. En todas estas etapas, por supuesto no dejo de realizarse el trabajo predominantemente agrícola y pecuario, pero con formas de propiedad y organización productiva pre capitalistas, más que obreros asalariados lo que movía esta producción eran campesinos, jornaleros y peones. En tanto que por los patronos se trataba fundamentalmente de vestigios de oligarquías, terratenientes y campesinos ricos, y no de alguna burguesía. El país figuraba en el mundo solo con su mapa geográfico, pero no con el económico. 

   Empezamos a aparecer en mapas económicos y geopolíticos con el descubrimiento de los yacimientos petroleros en la segunda década del siglo XX, justamente hace cien años. Las labores emprendidas por las compañías petroleras en los primeros años requirieron grandes contingentes de mano de obra, pero para tareas elementales vinculadas a las labores que permitieran auscultar nuestra geografía en el propio terreno, lo que implicaba abrir caminos, campamentos, desplazamientos en zonas inhóspitas por lo que por cada gringo habían decenas y centenas de trabajadores locales y hasta importados muy especialmente de las Antillas, habida cuenta que sus pobladores portaban la condición de súbditos de las monarquías británicas y holandesas, pioneras en la inversión exploratorio e inicial de esta etapa.

  Como ya Venezuela aparecía en el mapa económico y geopolítico, inmigración de todo el orbe empezó a llegar al país. En lo político el país seguía siendo atrasado, modesta evolución en 1936, otros ensayos entre 1945-48, breve lapso de medidas avanzadas que fueron las que al fin permitieron mostrar una fisionomía a las relaciones de trabajo, porque hasta entonces o no había nada o lo poco que había era simplemente formal, como fue por un período la misma ley del trabajo de 1936. Muy ponderada en alguna bibliografía, justamente por eso porque no había nada previamente; aunque los trabajadores hicieron sus esfuerzos por crear sindicatos y federaciones. Pero véase que con toda la riqueza que succionaban las compañías petroleras desde la segunda década del siglo XX, no fue sino hasta 1945 y 1946 cuando se produjeron las primeras negociaciones entre sindicatos y compañías petroleras, que es decir al fin su reconocimiento. 

   Este inicio tardío de las relaciones de trabajo aun hoy marca aspectos que son vitales para la comprensión de este campo. Hoy caracterizamos las acciones regulatorias de la revolución bolivariana por aprobar importantes beneficios individuales para los trabajadores, haciendo el papel del gestor o dador de los mismos, al tiempo que restringe el accionar de las organizaciones propias de los trabajadores. Queda la idea que es el gobierno quien da los beneficios, y no es el producto o logro del accionar colectivo de los propios trabajadores, o que estas conquistas sean propias del desarrollo institucional laboral venezolano.  En otros tiempos era común oír “las prestaciones sociales nos las dio Carlos Andrés”, hoy se oye “la pensión me la dio Chávez”. Quizás se pueda subrayar que en el primer caso, se asociaba la conquista tanto con el caudillo como con su partido. 

  Así como la Ley del Trabajo de 1936 fue avanzada en beneficios individuales, al mismo tiempo dejó para el sindicalismo una estructura perversa de atomización y fragmentación, dando amplio poder discrecional al estado y gobiernos para invadir la vida sindical, castrando posibilidades de esta organización antes de ser incluso un movimiento nacional. 

  Hoy, en la revolución bolivariana ha sido una constante aprobar regulaciones para restringir el campo de actuación autónoma a las organizaciones de los trabajadores, condensadas ellas en el Decreto con rango y fuerza de ley orgánica del trabajo, los trabajadores y trabajadoras, pero ademas se fomentan otras regulaciones que privilegian la organización a partir del territorio, de la comunidad y de otros criterios, pero no del trabajo ni la producción. A todo esto se sumará, aún pendiente en manos gubernamentales implementar los consejos de trabajadores, que agregarían más fragmentación y dispersión entre los trabajadores. 



martes, 21 de octubre de 2014

LOS TRABAJADORES ENTRE EL DISCURSO Y LA REALIDAD


  El discurso oficial destaca que la revolución bolivariana tiene en los trabajadores su principal apoyo y destinatario, para lograr sus propósito de transformación de la sociedad venezolana a estadios superiores de bienestar y de felicidad.

  Los trabajadores han expresado opinión y pareceres sobre lo afirmado, y siguen haciéndolo, en las oportunidades que no son muchas por cierto, de realización de ejercicios democráticos de decisión electoral en las urnas.

  El inicio de la revolución bolivariana fue muy entusiasta en promover las elecciones hasta más allá incluso de los cargos públicos, como fue el referéndum para obligar al movimiento sindical - entes privados-,  a hacer elecciones supervisadas por un ente externo estatal -CNE-, como fueron las únicas de carácter general y nacional -en el 2001- llevadas a cabo hasta ahora, y con un resultado favorable a fuerzas opositores, el perdedor -el gobierno- al desconocer los resultados optó por violar la regla básica del que compite en una contienda, es decir aceptarlos aún mas cuando el órgano que administró este proceso era del total control gubernamental, como sigue siéndolo. Han pasado trece años, y el oficialismo tiene control de algunos entes sindicales nacionales, incluyendo una central o confederación, pero se abstiene de llevar a cabo elecciones, igual ocurre con unas cuantas de las federaciones bajo su control. 

  Es interesante tener presente que el devenir de la economía y la producción venezolana han evolucionado en dirección contraria a ofrecer un contexto favorable al desarrollo sindical. Empecemos por tener claro que como condición primaria para este desarrollo es necesario la existencia de empresas y de sectores productivos con estabilidad en su funcionamiento.  

  En general los sistemas económicos mundiales han evolucionado en una dirección que no facilitan las condiciones para el desarrollo sindical. En algunos casos es el desempleo, pero en otros es éste más el deterioro del mercado del trabajo, sea por la vía de informalidad y la precarización. Igual complejidad acusan los procesos de reestructuración productiva para reemprender el crecimiento.

  Nuestro país no está al margen de ello, muchos menos con una situación de clara recesión económica, siendo el único país del continente con este cuadro de crisis. En cuanto a afirmarse oficialmente que nuestro desempleo es de sólo 6.7%, no quiere ello decir que de nuestra población económicamente activa de catorce millones apenas en ella estarían desempleados algo más de novecientas mil personas, y que el resto son sujetos que tienen una relativa facilidad para organizarce sindicalmente. Pero la realidad es más compleja por la informalidad y la precariedad, ambas situaciones implican una muy compleja posibilidad de sindicalizarce. 

  Con todos los registros que aportan los sindicatos así como las empresas, perfectamente el ministerio del ramo pudiera informar la tasa de sindicalización, así como otros índices de importancia para hacer el seguimiento de las relaciones de trabajo. No lo hace, pero si entendemos que esta tasa sumamente baja, apenas superara el 10% de la población económicamente activa.

  En el medio oficial predomina un discurso que menciona la centralidad del trabajo y de un aparente apoyo a los trabajadores, sin embargo predomina una política que gradualmente ha venido minando y erosionando al movimiento de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Se privilegia ofrecer beneficios a los trabajadores en tanto individuos, pero no a ellos mismos en tanto afiliados a organizaciones colectivas, por eso la muy frecuente dificultad para la negociación de convenios colectivos, la represión a la protesta laboral, que muy justificadamente se ha multiplicado y ha alcanzado desde hacer varios años la razón de protesta más frecuente en el país, incluso por encima aquellas motivadas por necesidades y problemas de aguda repercusión en la vida familiar y social, sean por la inflación, el desabastecimiento, la inseguridad, el deterioro de los servicios públicos, la violación de los derechos humanos.  

  Predomina igualmente un discurso anti empresa, que ha dado lugar a la existencia de casos que los propios trabajadores hagan causa común con muchos empresarios que se ven acosados y en dificultades derivado de las dificultades del modelo económico, recientemente el caso de Venoco. 

   Este fenómeno se ve complementado con el hecho de que las empresas que por acoso no continúan funcionando al pasar a manos del gobierno, quienes en ella continúan trabajando pasan a experimentar diversas situaciones de incertidumbre, las que se agregan a las ya existentes de prestar servicios en una empresas que venía mostrando señalas criticas en la producción y funcionamiento en general. 

  No es de menor importancia señalar, que la incertidumbre se prolonga ahora con un patronato oficial que suele pasar la conducción de empresas a nuevos criterios donde se cuestiona lo que se venía haciendo. Se inicia un proceso de reestructuración en la mayoría de los casos conducido por personas ajenas a la actividad productiva del ente. La incertidumbre crece. En todo esto la revolución desconfía de los sindicatos y del movimiento de los trabajadores, sólo confía en sus cuadros, que dirigen organizaciones sin autonomía y que siguen las directrices de altos funcionarios gubernamentales preocupados primariamente en mantener el modelo, antes que los intereses de los trabajadores. Urgente la unidad de organizaciones de trabajadores que cada día menos se justifica su dispersión y atomización.


lunes, 13 de octubre de 2014

PROPUESTAS DE EMPLEO Y DE FUTURO PARA LOS JOVENES


La puesta en vigencia de una ley para estimular el primer empleo en el marco de la ley habilitante,  dio lugar a la firma del decreto Ley de Empleo Juvenil y Emprendimiento Productivo,  este martes 7 del presente mes y año. El hecho mismo de que su aprobación haya sido en el marco de una ley habilitante nos plantea como consecuencia el haber sido considerada al margen de la discusión parlamentaria, lo cual le quita a la sociedad la oportunidad de conocer el debate y análisis que el caso amerita. 

  Con esta ley se repite lo ocurrido con la aprobación del Decreto con rango y fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras, sobre la cual se hizo algo de ruido, con noticias y declaraciones de diversos voceros del ejecutivo, con el nombramiento de una comisión presidencial de integración unilateral con respecto a las visiones y perspectivas que el tema trabajo implica, de aquí que al final el país se enteró de lo aprobado como un hecho cumplido, en un texto que la sociedad conoció cuando ya estaba redactada en la propia gaceta oficial; incluso ocurrió que algunos miembros de la comisión presidencial no logran explicar el porque de ciertos textos incluidos en la versión definitiva del Decreto-Ley. Al final criterios desconocidos, se hicieron presente en un texto tan vital para la convivencia y la producción. 

  Volviendo a esta Ley de Empleo Juvenil y Emprendimiento Productivo, a la fecha de hoy el texto  aun no ha aparecido en gaceta oficial, sin embargo ello no obsta que nos permita ejercicios de análisis del tema, así como estimular reflexiones entre los involucrados. 

  Sobre las leyes habilitantes siempre ha de manifestarse que es un mecanismo que transfiere la función legislativa de su lugar natural como es el parlamento al poder presidencial, y que sólo aplica para situaciones de emergencia. Realmente el tema del empleo para los jóvenes no es un tema de emergencia, no por eso menos importante, sino más bien que es un tema estructural que adolece el mercado laboral en nuestro país y en las sociedades latinoamericanas en general. El tema amerita un genuino debate parlamentario y muy especialmente del debate de toda la sociedad que le compete el tema, que obviamente no es sólo a los jóvenes y a su familia que los apoya económicamente, sino también a los adultos y muy especialmente a las instituciones vinculadas con la actividad productiva y educativa, obviamente además de las políticas públicas relacionadas. 

   El joven es un actor en una condición etaria que se distingue claramente de los niños, de los adultos y de la tercera edad. En el ámbito de las estadísticas demográficas la categoría se ubica entre los 15 y los 24 años. Esto es importante para fines de la comparabilidad entre países y en un mismo país a lo largo del tiempo. 

  Sobre los jóvenes en los tiempos actuales hay que destacar que cuentan con competencias, calificaciones e informaciones mucho mayores que las que tuvieron los adultos de hoy en esa misma etapa etaria. Digamos que quienes hoy son adultos y/o de la tercera edad tuvieron menores competencias en varios campos como idiomas, en uso de tecnologías, en acceso a la información universal de todos los ámbitos humanos, todo ello les permite a los jóvenes estar más conectada con el mundo y el acceso a mayores posibilidades de identificar salidas y respuestas a interrogantes de los problemas que aquejan a la sociedad, no sólo en lo relativo a los problemas de su edad, sino de la sociedad en su conjunto. En las redes sociales, de tanto protagonismo hoy y se estima que para mañana, predominan los jóvenes. 

  Los adultos que han manejado el país, y por tanto han dirigido las instituciones sociales, económica y políticas, en buena medida han errado en sus conceptos y funciones, sino como se explica el fracaso que señalaron quienes accedieron al poder en 1998 y luego el estado que el país muestra tres lustros más tarde. La más cuantiosa riqueza que país alguno en el continente haya recibido en su historia ha sido despilfarrada, dejando un oscuro panorama para los jóvenes de hoy y de mañana. Los señalamientos caben para generaciones que han gobernado en las pasadas tres décadas y media. Dejamos de ser la sociedad del ascenso desde el inicio de los ochenta al día de hoy.

  Por primera vez existe en el mundo la diáspora venezolana. Cantidades de ciudadanos de este país dispersos por todo el mundo. Algunos por exclusión para el ejercicio de sus capacidades laborales y profesionales, digamos que la otrora tristemente celebre lista Tascón aventó una porción de venezolanos a otros lugares, también el genocidio laboral con el cual se cerró el paro petrolero y nacional de diciembre 2002-enero 2003. Pero la emigración sigue su ritmo, fuga de talentos con formación superior. Se agregan otros móviles, entre ellos la inseguridad, los bajos salarios, la poca calidad de los empleos, el deterioro de las condiciones de vida. Casi todos los países de la región ofrecen mayores posibilidades para sus jóvenes, sin riqueza petrolera pero administrando mejor lo que tienen. A los jóvenes les inquieta la incertidumbre de lo que vendrá mañana. 


  Los adultos que hoy gobiernan y los dirigentes en general, les ofrecen a los jóvenes un tratamiento de como si estuviéramos en tiempos ya pasados, con soluciones que buscan más bien entretener sean en propuestas deportivas con canchas e implementos para juegos, emprendurismos  improvisados y sin resultados probados, conciertos y bailoterapias, graffitis y tatuajes. Algunos jóvenes que acceden a posiciones de altas responsabilidades políticas igual se contagian de estas salidas, envejecen desde las alturas del poder con retóricas dogmáticas. Proposiciones que no asumen el eje que inquieta a los jóvenes, que es su aspiración a ser tratados como actores de transformación social de su realidad incierta y opaca. En definitiva, los jóvenes son más adultos de lo que se cree.  

martes, 7 de octubre de 2014

LOS JÓVENES Y LAS DIFICULTADES DE EMPLEO


   Sigue siendo un tema relevante abordar asuntos vinculados con los jóvenes, es por lo que volvemos a destacar su situación con relación al trabajo. No olvidar que sus indices de desempleo son el doble del indice general y el triple del de adultos. Pero también en otras dimensiones laborales muestran índices ampliamente desventajosos, aunque no dejamos de tener presente que el inicio de la vida laboral y en esos primeros años se manifiesten resultados no similares a los trabajadores adultos, ya que tiene sentido reconocer el valor de la experiencia y competencias que se adquieren en el ejercicio de la vida laboral. Pero el tema inquietante son las brechas que se ahondan entre las condiciones laborales de los adultos y las de los jóvenes, así como la desesperanza que les embarga por las dificultades de acceder a buenos empleos.

   Según Informe “Trabajo Decente y Juventud en América Latina. Políticas para la acción” Edit OIT, 2013, se señalan datos sobre la crisis del empleo juvenil en América Latina (15-24 años), que afecta a casi ocho millones de jóvenes que están desempleados y a otros 27 millones que están ocupados pero en condiciones de informalidad, generalmente con bajos ingresos, inestabilidad laboral, sin protección social ni derechos.

   La tasa regional de desempleo juvenil urbano y rural es de 13,9%, triplica a la de los adultos, por otra parte seis de cada 10 jóvenes que sí consiguen ingresar al mercado laboral lo hacen en condiciones de informalidad. De aquellos que lo hacen en la formalidad un 40% labora en pequeñas empresas que usualmente tienen problemas para ofrecer las mejores condiciones de trabajo, y frecuentemente por sus limitaciones incurren en violaciones de normas laborales.

  En cuanto a la protección social, el Informe aludido destaca que un 39% de los jóvenes cotizan para un régimen de pensiones, lo que representa un 13% menos que los trabajadores adultos. En todos los países se observa una fuerte correlación entre el nivel de ingreso de los hogares y la tasa de cobertura de la seguridad social, dado que los trabajadores de hogares del quintil más rico de la distribución del ingreso presentan tasas de contribución sistemáticamente superiores que las de los trabajadores pertenecientes al quintil más pobre. Cabe mencionar que a medida que se desciende en la escala de ingresos, el porcentaje de trabajadores por cuenta propia aumenta, lo que explica en parte el menor acceso a los sistemas de seguridad social.

  Estos datos regionales del informe de la OIT conviene asociarlos con la realidad venezolana en la misma temática. Lo primero a destacar que seguimos midiendo la informalidad con la encuesta de hogares utilizando el concepto establecido por PREALC-OIT 1976, que solo toma como informales a los cuentapropistas  no profesionales, los ayudantes familiares no remunerados, quienes trabajan en microempresas -no profesionales- y el trabajo doméstico. 

  Este concepto fue revisado y ampliado en el 2003, a partir de la XVII Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, que acuerda Resolución sobre las Estadísticas del Empleo en el Sector Informal, la que a su vez toma en cuenta resolución de la XV -1993- conferencia de la misma entidad.   

   Las categorías originales siguen siendo válidas, pero han de ampliarse ya que las transformaciones en el mercado laboral en los ochenta, específicamente su deterioro daban lugar al fomento de empleos y situaciones de inserción laboral que si bien ocurrían en el sector formal, no cumplían con los supuestos del empleo formal propiamente entendido, que supone la cobertura y tutela de la legislación laboral y de seguridad social (Ver en blog nuestro artículo "La informalidad real y la oculta ").

  En la política oficial se actúa con un doble discurso, por un lado se emiten regulaciones y políticas dirigidas al fomento de la laboralizacion en el ámbito privado, por lo que en las empresas se hacen inspecciones en ese sentido, pero en paralelo se promueve la informalidad en el sector público y una de sus expresiones es la masificación de contratados, que laboran en condiciones desventajosas con respecto a quienes tienen nombramiento. Es por lo que recientes fusiones de ministerios han levantado zozobras entre los trabajadores, particularmente ya que hay mas de un millón doscientos mil contratados sin nombramientos (según dirigentes de la UNT), y cuya precariedad ha quedado en evidencia en pasadas fusiones como el caso de los despachos de Planificación y de Finanzas, que dejó en el 2010 a más de 1200 trabajadores por fuera, casi todos contratados. Recientemente se han fusionado varios despachos ministeriales y vuelven los contratados a temblar por la precariedad e informalidad de su situación.

  Algunos juicios u opiniones dan la impresión de considerar que la opción de trabajar en la informalidad, es una alternativa que depende de la decisión personal y que es voluntaria. Necesario profundizar los procesos que llevan a estar en una situación u otra. Desde la mayor parte de los estudios muy poco se concluye que sea predominante la voluntad personal, y que mas bien son las políticas macroeconómicas, las de mercado laboral, las oportunidades de empleo y otras características estructurales lo que determinan el problema. 

  En nuestro país, se viene anunciando desde el gobierno un proyecto de ley del primer empleo para los jóvenes, es interesante que su texto salga del ámbito oficial y se discuta también con empresarios, sindicatos y la academia, para cruzar opiniones entre diversas visiones del problema. Hasta ahora, algunas notas de prensa sobre su difusión luce más bien como intercambios propagandísticos y no analíticos. Vivimos una etapa de muy limitada creación de empleos, y sin duda ello afecta más a los jóvenes, por lo que todo esfuerzo ha de ser con amplitud.

lunes, 29 de septiembre de 2014

El control del trabajo en empresas privadas y publicas


En contribución reciente abordamos el control del trabajo destacando que la militarización venía haciéndose presente en el ejercicio del control del trabajo en las empresas estatales, siendo en el presente el caso Sidor el más visible, dado el hecho del desenlace que promovió la empresa para poner término a la prolongada discusión del contrato colectivo, estilo de control del trabajo que ha mostrado las más grotescas formas de su ejercicio por parte de quienes dirigen la empresa, con el acompañamiento de las autoridades vinculadas con el ámbito laboral, lo que deja en situación de orfandad a los trabajadores a quienes se les intentan violar derechos patrimoniales y conquistas históricas.

  Significamos que el control del trabajo había evolucionado paulatinamente en el sentido de poner en práctica conceptos, medios e instrumentos, que hacían innecesario el uso de la fuerza como medio de control; y no obstante se lograban los propósitos que permitían a la empresa lograr sus objetivos productivos y generar la ganancia. Estos logros acompañaban conceptos que contaban con el consentimiento de los trabajadores y sus organizaciones, sin que ello significará para éstas la pérdida o minimización de su compromiso primario, como es la representación de sus afiliados.

  Con la intervención de organismos y elementos armados, sean militares, policiales o civiles, como aliados de la gerencia publica para ejercer el control del trabajo, damos un retroceso de casi un siglo en las relaciones de trabajo en la sociedad venezolana. Volvemos al tiempo del gomecismo y del caciquismo, subordinando una civilidad insuficientemente organizada ante quienes portaban las armas y ejercían la violencia tanto en la vida ciudadana como en la vida laboral.

  En la empresa privada no ha dejado de ejercerse el control del trabajo, pero sin la necesidad de la adopción de las grotescas formas que se observan en algunas empresas de gestión estatal, así como también en aquellas asociadas con el patrono estado, que se asumen que cuentan con los apoyos estatales para un ejercicio arbitrario y rudo del control del trabajo.

  Así mismo en la empresa privada su mayor punto de apoyo para ejercer el control del trabajo ha sido el despido, tanto el determinarlo como decidirlo unilateralmente, pero la
continuada estabilidad e inamovilidad ha sacado de las manos de la gerencia, el más cotidiano y efectivo medio del ejercicio del control del trabajo. Es por lo que al gerente privado al no contar con este medio sancionador, por supuesto que se la han alebrestado sus otroras dóciles piezas del ajedrez productivo, porque se subordina la decisión del despido a una autoridad gubernamental quien finalmente emite la autorización para despedir, sino que además ésta no se comporta como un tercero neutral, sino como un ente comprometido con una política enmarcada en una animadversión contra la propiedad y gerencia privada, empoderando consciente e inconscientemente a los trabajadores, quienes al saber que su caso reposa y se decide en la sede de las autoridades de la administración del trabajo, llegan a confiar su estabilidad mas en el peso de este órgano gubernamental que en su propio desempeño productivo o en su vínculo con su propia organización gremial. Pero hay que reiterar que este proceso de empoderamiento no opera cuando el patrono es el gobierno y este toma la decisión de prescindir de trabajadores, sino todo lo contrario.

  Lo anterior determina que la gerencia privada se ve obligada a hacer mayores esfuerzos para administrar el control del trabajo. La sutileza se hace imperiosa. Nos relataba un gerente del área laboral de una transnacional automotriz, que anteriormente si encontraba a un "trabajador durmiendo cómodamente en su jornada laboral en una amplia camioneta, lo reportaba inmediatamente para que le hicieran su liquidación". En estos tiempos, administra la situación de manera muy diferente, no tomando ninguna medida sancionadora, a cambio de sentarse a su lado mientras transcurría su sueño y al despertarse solicitarle su apoyo para determinadas tareas que muestran retraso.

  A la gerencia privada le quedan no obstante algunos medios y recursos de control del trabajo como los cambios de puesto o de condición de trabajo para atender solicitudes del trabajador; las promociones y los ascensos, los aumentos salariales discrecionales; bonificaciones; concesión de permisos.

  Persiste una condición que en alguna medida preserva el poder de la empresa, como es la existencia de un mercado laboral que casi no crea empleos formales, ya que al final del día los trabajadores reconocen que este tipo de empleo, por su mayor estabilidad, protección y beneficios, y que apenas se crean empleos formales en una proporción de dos de cada diez, son ampliamente mejores que los informales y los precarios, ampliamente multiplicados en el contexto de una situación económica de empobrecimiento general de los asalariados.

domingo, 21 de septiembre de 2014

El control en el trabajo: coercitivo, sutil y con fusiles



  El control patronal sobre el trabajo es un factor clave para alcanzar los fines de la empresa, es decir producir y ganar. Desde la esclavitud el control ha sido un tema importante para lograr este objetivo. Para esa forma de trabajo, la aplicación del látigo era el medio de control, además de alimentar y dar techo, que era la retribución recibida por el esclavo, y según criterios del patrono suministraba estos bienes. Como se ve, la coerción en manos del patrono es ejercida con total rudeza y crueldad (La película ganadora del Oscar 2013 “12 años de esclavitud”, lo muestra con toda claridad).

  Al superarse la esclavitud como sistema productivo, los esclavos pasaron a ser hombres y mujeres libres, y su relación con el trabajo pasó a ser a base del salario. Nacieron los asalariados y la sociedad salarial. El patrono ya no aplicaba el látigo. 

  Modernamente el control no deja de ser ejercido pero ahora con otros métodos. El control de la actividad productiva, va acompañado de una dosis de consentimiento de los trabajadores. Son mecanismos mediante los cuales la empresa busca poner la inteligencia y la voluntad de los trabajadores al servicio de la misma, y a la vez integrarlo y hacerlo sentir parte de ella.

  No todo es coerción. A más coerción menos identidad, más rechazo y tensión laboral. Lo que se traduce en dificultades para la producción y la ganancia. Los métodos de control han pasado fundamentalmente por la supervisión, originalmente muy estricta, aunque gradualmente con el tiempo y la evolución de las organizaciones sociales, de las políticas públicas y de la legislación laboral, se ha tornado más laxa. 

  Pero la laxitud de la supervisión no implica menos controles sobre los trabajadores, sólo que cambiaron los instrumentos y los métodos. El desarrollo de la tecnología y los procesos de trabajo ha contribuido a que los controles sean menos directos. Se fijan metas, se registran y luego se analizan los resultados. Las metas son de cantidad, de calidad, de tiempos, de satisfacción del cliente, de compromiso, de lealtad, en fin el patrono dispone de resultados para mantener el control en sus manos, según se alcancen o no estas metas. Los criterios y las prioridades siguen estando en sus manos. 

  En nuestro tiempo presente, sin duda el patrono privado privilegia con la actividad productiva a la ganancia y estabilidad de su negocio. Sea transnacional o nacional, grande o pequeño, industrial o de comercio, estos objetivos son prioritarios. 

  Sin embargo en nuestro medio el gran patrono, el Estado venezolano, tiende a atender a otras lógicas distintas a la producción y la ganancia. Se trata de colocar el compromiso y la lealtad con el proceso político como prioridad. Por ello no se detiene en que los resultados y objetivos de cantidad o de calidad de los producido sea un bien o un servicio, no se alcancen, así tampoco los tiempos de ejecución, la satisfacción del cliente. Pero lo que si es esencial es que la lealtad y el compromiso de los trabajadores con el proceso político en ejecución no guarde dudas. Se entiende que esta condición es funcional al mantenimiento del régimen y su estabilidad, eso si sacrificando resultados productivos. De ahí la postración generalizada de muchas entidades productivas. 


  A propósito de la situación laboral de Sidor y los intentos de arrancar su producción, un titular reciente de las declaraciones de un miembro de la directiva sindical de esta empresa indica “Con fusil y con la Guardia en la pata de los hornos, haciendo terrorismo de Estado, arrancan la planta”. Vemos que el control perdió la sutileza de estos tiempos de modernas formas de organización del trabajo, y regresa a ser ejercido con métodos rudos y coercitivos. Sin duda es una forma resultante de la militarización y distinta a los principios del dialogo y la convivencia productiva.

lunes, 15 de septiembre de 2014

RECESIÓN ECONOMICA, VIDA FAMILIAR Y EMPLEO


Técnicamente con al menos tres trimestres sin crecimiento un país está en recesión; es la situación económica de nuestro país. Los productores y consumidores bien lo saben y viven. Cada uno con las dificultades para poder producir y para consumir. 

Todo encuentro familiar, de amigos o conocidos, gira en torno a plantear si conseguiste tal o cual producto y donde. Incluso poco se pregunta por la marca y el precio, para algunos bienes es como mucho pedir en estos tiempos. No obstante, también hay quienes consiguen los vericuetos para encontrar productos y bienes que para la gran mayoría escasean, lo que para los demás levanta desde el interés hasta la envidia y encono.


Pero aún cuando la recesión sea sentida y vivida por los productores y consumidores, es decir los trabajadores y las familias, no se ha convertido ni ha dado lugar aún a una respuesta que corresponda a la gravedad de un estado de recesión económica. Las respuestas son en principio individuales, familiares, o de grupos de amigos, con sus correspondientes limitaciones. Las respuestas colectivas, comunitarias y de organizaciones sociales son aún insuficientes, al menos para ejercer una mayor influencia en la corrección y ajustes de las políticas económicas. Los gobernantes siguen desafiando la paciencia de la población, ni siquiera cambian el discurso. Obviamente todo esto evidencia un déficit en la eficacia de los movimientos sociales.

Con la recesión uno de los bienes más volátiles son las oportunidades de empleo, que se hace más difícil conseguirlos. Se mantienen los de bajo nivel y calidad. Por ejemplo se menciona la escasez de trabajadoras residenciales y domésticas, así como de vigilantes. Empleos de bajos salarios. Predominan los empleos de salario mínimo, no obstante que esta cantidad no cubre la cesta normativa, ni siquiera la cesta básica.

Se acentúa la tendencia a la mayor creación de empleos en el sector informal, así como de empleos precarizados tanto en la misma informalidad como en la formalidad. En Venezuela los pocos empleos que se crean son mayormente informales. La situación económica ha dado lugar a que personas con pequeños negocios pasan de la formalidad a la informalidad, con el objeto de abaratar su funcionamiento, ya que las cargas y exigencias de regulaciones de diferente índole complejizan la gestión.

Esta demostrado que en la mayor parte de la informalidad, las personas obtienen menores ingresos y ejecutan su trabajo en condiciones de mayor precariedad, y para la economía nacional y la sociedad en su conjunto hay un menor aporte a la creación de riqueza. Igualmente en ella se inscriben actividades que están en la frontera entre lo legal e ilegal, lo que coloca en situación de riesgo a quienes las ejercen, y por tanto eventualmente las autoridades ya sea abierta o subrepticiamente le impone sanciones o práctica chantajes.

Dentro de los diversos componentes de la informalidad, el que ocupa un mayor número de personas es el cuentapropismo, ya sea para el comercio, servicios o elaboración de bienes de modesta complejidad. De cada cien empleos que se crearon entre 1997 y el 2011, treinta y dos son cuentapropistas. Ha sido y sigue siendo el empleo predominante en el mercado laboral venezolano. Es por lo que en la comercialización se agregan eslabones de intermediación para facilitar a los compradores las dificultades que se acrecientan para conseguir los bienes para consumo familiar, con un saldo neto de encarecimiento. Sin embargo en las empresas hay una mayor permisividad para uso del tiempo laboral en la persecución y caza de productos básicos. Una razón adicional para mas ausentismo del que ya se ha derivado, de las nuevas concepciones incluidas en el nuevo Decreto-Ley sobre el trabajo -DLOTTT-.

Todo esto es un consumo de energías humanas y de tiempo, que deja de ser productivo para pasar a ser parte de las estrategias de sobrevivencia de la población. Las colas en los establecimientos de productos básicos, mas los esfuerzos de las personas en encontrar suministros es central a las preocupaciones de las familias. Contrasta todo esto, con lo característico de varias décadas atrás, se decía que las únicas colas que hacia el venezolano era para sellar el cuadro de caballos los días domingo en la mañana, y para entrar a los stadiums a ver los juegos de béisbol profesional de los equipos favoritos.