sábado, 23 de febrero de 2013

VIOLENCIA SINDICAL.. HASTA CUANTO Y CUANDO



           En Venezuela ser sindicalista de la industria de la construcción es una actividad altamente peligrosa. El último Informe anual del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social nos informa del número de sindicalistas o trabajadores asociados con sindicatos de todas las actividades que fueron asesinados en el transcurso del año 2012, nos reporta 77 personas asesinadas -de ellos, 67 vinculados con el sector de la construcción-, los números más altos desde que varias Ong´s llevan control de este macabro dato, hasta entonces la cifra record eran los 68 casos en el año 2010.

            Del año 2011, disponemos de los datos de la Vicaria de Caracas que reporta 28 asesinados, y de Provea que reporta 36, en este caso entre Octubre 2010 y Septiembre 2011. Importante destacar que Anexo Laboral del Informe de Provea pueden verse los nombres y apellidos, fecha y circunstancias del asesinato ver:
http://www.derechos.org.ve/pw/wp-content/uploads/27AnexosLaborales.pdf
Con cualquiera de las dos comparaciones el salto es alarmante. De 1999 al año 2012 el número de asesinados alcanza a 392. Puede verse esta información apelando a las tres fuentes citadas.

            Hay que destacar que la violencia en los medios sindicales y laborales se expresa en su forma más extrema en el homicidio, pero abundan situaciones menos noticiosas, de intimidación, tortura, hostigamientos, amenazas, despidos, desplazamientos forzados, atentados con o sin lesiones, allanamientos, criminalización,  campañas de desprestigio, todas absolutamente violadores de derechos humanos fundamentales. En estos casos, ya no son patrimonio del sector de la construcción, sino que son visibles en muchos otros sectores productivos, tendiendo a su generalización.

            De las fuentes oficiales, la sociedad espera y demanda que el Ministerio Público y el Ministerio del área laboral, se hagan eco, registren y actúen ante una situación tan alarmante como esta. Pero tanto en una y otra Memoria o Informe anual presentadas a la Asamblea Nacional, y por medio de las cuales nos informamos de lo que reportan como sus actividades institucionales, no hay una frase referida al tema. Se puede concluir, que para el Estado venezolano el problema no existe. Hemos destacado que una característica de la divulgación oficial de los temas del mundo laboral es la opacidad, pero en este caso la situación es extrema, ya que más que eso es la ignorancia total del asunto.

            Situación similar se observa en instancias sindicales internacionales, tal es el caso de la Confederación Sindical Internacional –CSI- organismo al cual están afiliadas algunas organizaciones sindicales venezolanas. Pues bien, su Informe de lo acontecido en el 2011 (“Informe sobre las violaciones de los derechos sindicales 2012”, en web http://survey.ituc-csi.org/Americas-Global.html?lang=en), no informa sobre el tema, más bien reporta con justificada alarma el asesinato de 29 sindicalistas en Colombia y 10 en Guatemala, cuando para ese año en Venezuela hubo 36. En esos dos países hay una manifiesta y abierta sensibilidad por corregir este problema por parte de densos sectores de la sociedad, incluido entes estatales. Nos atrevemos a mencionar que la imagen de la situación laboral venezolana es percibida generosamente por esta entidad sindical internacional.

            La baja percepción de la extrema violencia en los ámbitos sindicales venezolanos, es semejante a lo violencia general en la sociedad. Véase que el Observatorio Venezolano de la Violencia nos informa que en el 2012 ocurrieron 21.692 homicidios, lo que equivale a 73 por cada cien mil habitantes, sin embargo en los medios internacionales es más visible este problema en México, en donde la tasa para este mismo año es de 23, más de tres veces menos.

            La opacidad venezolana la señala M Tarre, estudioso del tema de la seguridad (“Visible en México, invisible en Venezuela” El Nacional 20-01-13) “El gobierno no informa, no revela cifras oficiales; cerró tiempo atrás las oficinas de prensa en los cuerpos policiales nacionales, mantiene una conveniente opacidad que le permite acusar a los medios de comunicación nacionales de generar campañas de desinformación o de desestabilización cuando publican las inocultables efectos de la violencia y criminalidad”

            Esta contribución ha destacado los datos numéricos y la insensibilidad oficial ante el problema, dejando impune una alta proporción de los casos. Si la impunidad general de los homicidios es alarmante, la de los sindicalistas es aún mayor.
“..en el  2009, por cada cien homicidios  se realizan 9 detenciones. Por ello se habla de 91% de impunidad, con la concesión de que una detención no es sinónimo de juicio, sino de una averiguación que si no arroja resultados, el sospechoso o testigo queda libre” (Briceño, R 2010).

            El tratamiento noticioso que ha venido adquiriendo el asesinato de sindicalistas y trabajadores asociados con sindicatos, corre el riesgo de convertirse en una rutina, dando lugar a la banalización de estos hechos, y que pasen a convertirse en problemas y manifestaciones  de la violencia común, cuando en el ámbito laboral hay instituciones y responsables, de aquí que hay a quienes habría que interpelar, pedir explicaciones y exigir acciones.




            

sábado, 16 de febrero de 2013

LA DEVALUACION PARA QUIEN VIVE DE UN SALARIO


Con la reciente devaluación de nuestra moneda –en un 46.5%-, se evidencia de nuevo la debilidad estructural del sector de los trabajadores, en la presente situación del funcionamiento de las relaciones de trabajo.

            Las ganancias del capital resultan del funcionamiento de los precios y del control de los costos. La clásica relación costo-beneficio. Con ello se remunera el capital y logra la continuidad de la  acumulación. La remuneración del trabajo, que no es decir necesariamente sus ganancias, ya que en buena medida es su sobrevivencia y compensación, resultan de la capacidad que tenga para negociar e imponer el valor justo que el representa en la actividad productiva.

            Con el impacto de una devaluación se disparan los precios, ya que la economía venezolana lo importa casi todo desde el exterior, en tanto no exporta sino petróleo. Incluso, las exportaciones de Sidor, que eran las segundas en importancia por su valor y volumen, desaparecieron desde hace más de ocho meses.

            El sector privado no logra siquiera abastecer el mercado interno, y aquel que anteriormente podía exportar, en buena medida lograba armar un producto, que contenía un importante componente de insumos importados. Es por lo que al devaluar la moneda nacional, no se crean condiciones para aumentar las exportaciones, porque no estamos preparados para ello, sino que paulatinamente llevamos varias décadas de desindustrialización, que se han agudizado año a año.

            Quién dispone de bienes de capital para producir, de una empresa equipada, de un inventario de productos, responde a la devaluación de manera automática con la revalorización de sus activos. Además se crea un clima caracterizado por la especulación. En tanto el trabajo no cuenta con la ventaja de ese proceso automático de la revalorización. De aquí que tiene necesidad de replantear su valor, especialmente sus niveles de remuneraciones. Para ello es imprescindible contar con su capacidad de análisis y acción organizada. En este momento esto es un karma, ya que las organizaciones que tendrían que hacerlo se encuentran debilitadas y desarticuladas por la acción sistemática de las políticas públicas. En nuestra contribución de la semana pasada analizábamos justamente este problema, incluso sin conocer entonces la devaluación a punto de implementarse.

            Hemos destacado que las modificaciones de la legislación laboral en los últimos años han sido generosas con el trabajo en tanto individuo, pero han sido restrictivas con el trabajo en tanto su acción colectiva. Por ello la desarticulación de las organizaciones de los trabajadores, por ello la debilidad y crisis de las negociaciones colectivas, la ausencia de dialogo social y las dificultades para organizar un conflicto colectivo así como lograr el reconocimiento y los objetivos que se fijen los trabajadores.

            El gobierno pretende resolver el problema de la especulación y la subida de los precios, con medidas de cierres y multas de establecimientos. Pero ello no alcanza para encarar la magnitud de las deformaciones de los precios, ya que se generan desabastecimientos, escasez y mercados paralelos de productos y servicios con altos precios que logran escapar de la tradicional acción de vigilancia estatal, aun más en estos tiempos de un intenso desarrollo de los medios electrónicos de comercialización, asi como de una informalidad dura e imbatible en la comercialización.

            En circunstancias como las sobrevenidas con una devaluación, unas organizaciones de los trabajadores vigorosas son necesarias para responder a las exigencias del momento. Entre los analistas que han opinado sobre la devaluación predomina la tesis de considerarla como una medida fiscalista, es decir para proveerle más recursos al fisco nacional, y que el Gobierno pueda cumplir con deudas y compromisos internos. Es decir no se trata de acometer un plan que involucre desarrollo de nuevas actividades productivas, creadoras de empleo, o que pretenda planes para el mejoramiento de los ingresos de los trabajadores. La devaluación ha sido una medida aislada y desconectada de un proyecto que le de un lugar y un buen trato a los intereses de los trabajadores.

sábado, 9 de febrero de 2013

DESARTICULACIÓN LABORAL Y CONSECUENCIAS



 En la presente semana observe  reunión de representantes de varios sindicatos localizados en Valencia, todos exteriorizaron la orfandad en que viven, al no poder contar con la solidaridad y asistencia de otras organizaciones de trabajadores, para enfrentar diversas situaciones difíciles propias de la actividad reivindicativa y social.  Fue de los tantos asuntos expuestos el fenómeno que más nos llamo la atención. Destacamos qué es una carencia del movimiento de los trabajadores en todo el país.

      Esta situación nos remite a una característica central del funcionamiento de las organizaciones de los trabajadores, como es la de la articulación del conjunto de las organizaciones de base. Antes es necesario considerar el proceso constitutivo de los sindicatos. Estos se constituyen desde el punto de vista de quien los promueve a partir de tres posibles procesos:

- El más legítimo, que sean los propios trabajadores quienes promuevan su organización.

- Los otros dos procesos son cuestionables, sea que se constituyan a partir de la promoción del Estado o Gobierno específicamente, o peor aún que sean los propios patronos quienes impulsen y dirigen este proceso.

        De todo esto hemos visto en la realidad laboral venezolana. De todos modos no se descarta, que no obstante esta promoción no autónoma en el nacimiento organizativo,  no es descartable que luego ocurra una ruptura o rebelión con este padrinazgo externo.

      Por supuesto que en estos procesos generalmente median los partidos políticos. Con mayor visibilidad y ventajismo suelen hacerlo aquellos partidos en ejercicio del poder gubernamental, cosechando mejores dividendos mientras se esté ejerciendo este poder. Aunque luego habrá que evaluar, al dejar por cualquiera sea la causa de ejercerse el poder, la permanencia o continuidad de la influencia y adhesión de estas organizaciones de base.

    Tengamos en cuenta que un Capitalismo de Estado, como es lo que predomina desde largas décadas en nuestro país, permite al partido en ejercicio del poder gubernamental hacer uso indiscriminado de los recursos públicos para las actividades partidistas. No se ha   logrado diferenciar cuales son los límites entre Estado y Gobierno. Tanto adecos ayer, como pesuvistas hoy, que son los partidos que han usufructuado por mayor tiempo el poder en los últimos 77 años han abusado en no distinguir las acciones del partido político de las acciones de gobierno, dando lugar a ventajismos, por ejemplo en el caso que nos ocupa, un tratamiento favorecedor en los procesos de acción sindical para aquellos identificados disciplinadamente con el gobierno y una actitud obstruccionista y persecutoria con los de otras corrientes.

       Retomando el problema de la articulación del conjunto de las organizaciones de base, es lo que remite a la construcción de organizaciones que las coordinen, sean de segundo grado, como la federaciones o de tercer grado como las confederaciones o centrales.

      Un indicador que regularmente nos ofrece el Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social (http://www.observatoriodeconflictos.org.ve/) que mes a mes publica información de las protestas sociales y entre ellas desde hace varios años destacan las laborales, que representan más del 40% del total. Esto supone anualmente mas de dos mil quinientas protestas de sindicatos o de trabajadores sin organización sindical estable
al menos así fue en el 2012, pero con una incidencia mínima en la consecución de los objetivos y aquí es donde la carencia de mecanismos efectivos de articulación se deja sentir.

  La creación de organizaciones de base autónomas es un paso importante, sin embargo la no articulación con otras organizaciones igualmente de trabajadores en un primer  estadio o nivel deja en situación de orfandad a estas organizaciones de base. Agréguele qué el modelo dominante de organización de los trabajadores es por empresa o entidad productiva especifica, y no por rama o categoría de trabajadores, lo que contribuye al predominio de una práctica sindical muy acotada a un escenario que domina el patrono sea privado o estatal.

Terminando, en la construcción de organizaciones de segundo grado, o de mecanismos de articulación en el nivel regional, de rama productiva, de categoría ocupacional, o de carácter nacional, es aún más tentador la promoción por parte del gobierno, aprovechando el manejo de los mecanismos estatales de registro y control. A la ya tradicional intervención gubernamental en los asuntos internos de los sindicatos, se agrega una nueva entidad, como es el Registro Nacional de Organizaciones Sindicales, que analizamos en nuestra contribución del 2-02-2013, como parte de las Disposiciones Transitorias del DLOTTT.

  El limitado grado de articulación que hoy se observa en el movimiento de los trabajadores venezolanos no será fácil superarlo, ya que la desarticulación ofrece extraordinarias ventajas al patronato, de aquí que por más conflictividad que se observe, el nivel de incidencia se reduce dada la desarticulación, con el riesgo de agotamiento de las organizaciones y sus dirigentes.
   

hector.lucena@gmail.com
@hl_lucena

sábado, 2 de febrero de 2013

LA LOTTT Y SUS DISPOSICIONES TRANSITORIAS ( I )

En el transcurso del primer año de la vigencia del Decreto-Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras –Dlottt- varias disposiciones transitorias alcanzan su fecha limite. Tengamos presente que entró en vigencia el 7 de Mayo del pasado año 2012. Veamos cuales son las disposiciones en cuestión.


Por proximidad en el tiempo, empecemos por la Disposición Transitoria Quinta, que indica “Las Agencias de Empleo se transformarán en los Centros de Encuentro para la Educación y el Trabajo en un lapso no mayor a seis meses contados a partir de la vigencia de esta Ley.”


El tema de las Agencias de Empleo ha perdido relevancia desde hace largos años, por habérsele sustraído el importante papel que ellas han debido jugar en la promoción del empleo, en la colocación de trabajadores, y en la administración de programas que vinculen oferta y demanda de trabajo. Estas funciones fueron minimizadas y las restantes remitidas a otras entidades estatales, especialmente por la vía de las llamadas Misiones. Estamos a la expectativa que resultará de esta transformación de ellas en Centros de Encuentro para la Educación y el Trabajo. En el presente la pagina web del Ministerio del Poder Popular nada informa al respecto, y como hace ya largos meses, quizás años, esta pagina sigue en construcción.


No hay que olvidar que desde el año 2005, está aprobado el texto de la Ley del Régimen Prestacional de Empleo (Gaceta Oficial N° 38.281 del 27-9-2005), que asumía y repotenciaba todo este campo de la acción de política pública, pero que nada se ha hecho en los siete años transcurridos.


Por supuesto que quién experimenta los problemas de mercado laboral, no tener empleo, o aspirar a un cambio en la situación ocupacional, requiere una muy específica atención profesional. Estas preocupaciones estuvieron presentes en el contexto que dio lugar Entre sus objetivos, se cuenta: (i) regular la atención integral de las personas que conforman la fuerza de trabajo mientras se encuentren situación de desempleo; (ii) asegurar al trabajador dependiente y cotizante al Régimen Prestacional de Empleo una prestación dineraria en caso de pérdida involuntaria del empleo o de finalización del contrato de trabajo por tiempo u obra determinado; (iii) asegurar al trabajador por cuenta propia cotizante al Régimen Prestacional de Empleo una prestación dineraria en caso de pérdida de la ocupación productiva; (iv) regular la organización y funcionamiento del Instituto Nacional de Empleo y los mecanismos de adopción e implementación de sus políticas, programas y medidas especiales; y (v) favorecer la empleabilidad de la fuerza de trabajo y contribuir al fomento del empleo. El Régimen Prestacional de Empleo se regirá por los principios de universalidad, solidaridad, unidad, igualdad, integralidad, participación, equidad, eficacia, eficiencia, progresividad y sostenibilidad.


Indudablemente se trata de un texto avanzado, pero lamentablemente no se ha materializado, a pesar de haber transcurrido más de siete años desde su aprobación. Ahora el mismo asunto se incluye en otra legislación – el Dlottt-. Veremos si esta disposición transitoria quinta, ayuda a implementar estas instituciones que favorecen a los desempleados.


Otra disposición transitoria a considerar es la Cuarta, que tiene relación con las organizaciones sindicales, en primer termino indica la creación de un Registro Nacional para estas organizaciones, que entrará en funcionamiento el 1 de enero del presente año, por lo que a partir de este momento las actividades correspondientes al registro y documentación de las organizaciones sindicales se dejarán de tramitar ante la Inspectoría del Trabajo de la jurisdicción correspondiente. Por otro lado “Las organizaciones sindicales adecuaran sus estatutos a esta Ley antes del 31 de diciembre del 2013”.


Visto el profundo interés en ejercer un mayor control estatal sobre las organizaciones sindicales que se constata en el Dlottt, sí se observo mayor diligencia en crear este Registro, por lo que ya desde el 1 de enero del presente año está funcionando, y recibiendo la documentación de los sindicatos, con sus estatutos adaptados al nuevo Dlottt. Todas las corrientes sindicales han manifestado sus reservas a este nuevo mecanismos de control, salvo la central gubernamental –CSBT-.


Con la intervención del Consejo Nacional Electoral y la llamada mora electoral, ya se ejercía un excesivo control sobre el sindicalismo. Incluso una corriente cercana al gobierno, como es la UNT ha denunciado que: “Hay 805 sindicatos en los que el comité está en mora electoral, la dirigencia no puede representar al gremio porque su ámbito de actuación es limitado debido a que ya venció el período para el cual fueron elegidos. Hay vacíos legales en cuanto a la participación del CNE en las elecciones sindicales”. M Maspero en

http://www.el-nacional.com/economia/Unete-nulidad-registro-nacional-sindicatos_0_102592214.html


Con toda certeza, la inseguridad juridica de las organizaciones sindicales se agudizará con este nuevo control que representa el registro nacional en manos gubernamentales.