domingo, 12 de septiembre de 2010

¿A qué tipo de conflicto responde la violencia sindical?

Los conflictos en el mundo del trabajo en donde el Sindicato participa, se pueden observar en cinco grandes situaciones.

1. Sindicatos vs Empresa Empleadora
2. Sindicatos vs Autoridades Públicas (Estado, Gobierno Nacional, Estadal, Municipal, u otros Poderes Públicos)
3. Sindicatos vs otras instituciones o actores Privados (Partidos Políticos, Gremios Empresariales, Organizaciones Vecinales, Comunidades y Estudiantiles)
4. Sindicatos vs Sindicatos
5. Sindicato vs Combinaciones entre varios de los actores mencionados.

Esta clasificación reconoce que no hay delimitaciones nítidas en los conflictos laborales. Se observa el predominio de una de las cuatro primeras categorías, pero con algún grado de vinculación entre sí.

Las relaciones entre empresas y sindicatos conllevan encuentros y desencuentros. Existen intereses comunes así como contradictorios. Lograr hacer descansar la relación con predominio de los primeros exige una amplia política y programas de gestión y participación, que no son predominantes en las relaciones con el personal obrero, aunque en alguna medida si ocurre con el personal empleado. Una característica de las personas involucradas en la violencia sindical es que refiere a personal obrero.

Destacamos que la eventual tensión empresa – sindicato, tiene un sustrato que le da sentido. En primer lugar, tener presente que esta relación aborda un elemento complejo como es la determinación del precio de la fuerza de trabajo, no sólo las remuneraciones sino además un conjunto de otros beneficios que implican costos en el servicio o producto. Las relaciones de trabajo comprenden el estudio de esta relación, y la manera como aborda y resuelven este asunto complejo. A favor del empleador abona el mercado de trabajo, que casi siempre le permite disponer de fuerza de trabajo excedentaria. Limitándolo, operan los marcos regulatorios, tanto los establecidos por las políticas públicas, como los convenidos contractualmente con las organizaciones sindicales fuertes. Aunque se reconoce que una empresa puede poner en práctica, políticas y programas de gestión que permitan alcanzar niveles de satisfacción tales, que los trabajadores no sientan la necesidad de construir su organización reivindicativa, pero esto es excepcional, y generalmente en empresas con personal predominantemente empleados de alta calificación.

Una característica central de la violencia sindical extrema que se ha observado en los últimos años, es que no responde al clásico conflicto Sindicato vs Empresas. Se trata de conflictos del cuarto tipo, según nuestra tipología, es decir inter-sindicales e intra-sindicales. Obviamente con un comportamiento pasivo del actor estatal, no obstante que su papel le obliga a tener un mayor protagonismo en esta problemática. Igualmente hay ramificaciones con otras categorías, como se sugiere en el quinto tipo.

En el medio sindical hay antecedentes de bandas armadas para atemorizar a los opuestos. Ha predominado que la violencia ha estado de lado de quienes cuentan con el amparo de las autoridades. Ocurrió en el período de predominio de los adecos especialmente en los años sesenta y setenta. Renacen estas prácticas en los años dos mil al volverse violento el ambiente sindical, en el marco de la confrontación y el antagonismo político; y nuevamente la licencia para actuar con violencia la tienen aquellos que igualmente cuentan con el amparo y protección de las autoridades, o al menos su indiferencia y la impunidad reinante.

El asunto se complejiza más porque han surgido propuestas o salidas cuasi militares, tal es el caso de la corriente sindical oficialista conocida como Marea Socialista al emitir pronunciamiento:
“Séptimo: Autorización, preparación y entrenamiento de autodefensa para los trabajadores, luchadores sociales, obreros, campesinos, estudiantiles, en común con la milicia bolivariana y desarrolla en los lugares de trabajo, los centros de estudio revolucionarios y las comunidades.
Octavo: organización de defensa y seguridad para los dirigentes sociales desde las bases.”
http://www.aporrea.org/trabajadores/n134093.html

Aunque también esta reacción se entiende por la inercia gubernamental ante el problema. De todos modos esta reacción conlleva riesgos de mayor violencia.

Sobre esta violencia sindical los empresarios son parcos en formular declaraciones, a pesar de la ocurrencia de algunos casos de asesinatos de personal de altos niveles gerenciales, representantes de empresas, asesinatos vinculados a las controversias con sindicatos. Un alto ejecutivo de la Mitsubishi, asesinado junto a su hijo, y el caso del gerente de Recursos Humanos de la principal empresa constructora del ferrocarril en el tramo del Estado Carabobo.
Como vemos, una tarea titánica por emprender es recomponer las deterioradas y fragmentadas Relaciones de Trabajo.

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