martes, 9 de junio de 2009

PARTICIPACION EN LAS EMPRESAS PRIVADAS

Sería un tanto ingenuo aspirar que las empresas tuvieran interés en promover procesos genuinos de participación de los trabajadores en la gestión de sus negocios. Sin embargo es importante reconocer los cambios que en la organización del trabajo se han venido manifestando, y auscultar en ellos las posibilidades o facilidades que ellos implican para un eventual desarrollo de la participación en las empresas.
La concepción tradicional de empresa implica que ella a través del empresario, reúne en su seno a los factores de producción y los combina del modo más eficiente posible para proveer bienes y servicios al mercado, quién le asigna la renta (utilidad marginal). El empresario asigna las funciones de los otros factores de producción requeridos para el proceso, determina el rol de cada quién en la organización de la producción, asume la dirección del proceso, y con ello el riesgo de cara a la dinámica competitiva del mercado (Vásquez 2003:553). En la medida que el factor riesgo se minimiza por apoyos y garantías provistas por las políticas públicas, entra entonces en acción una posibilidad de que planteamientos favorables a la participación formen parte de los procesos organizativos de las empresas. En este orden es como se entienden las propuestas gubernamentales, cuando se trata de brindar un apoyo a empresas en dificultades económicas. Como lo evidencia el “Acuerdo Marco de Corresponsabilidad para la Transformación Industrial” , en su art. 4 (Este Acuerdo fue promovido por el Gobierno a través de varios despachos ministeriales vinculados con el área productiva y laboral, y al mismo se adhieren las empresas que reciben apoyo financiero del Gobierno. El gremio de las pequeñas y medianas industrias, Fedeindustria, ha jugado un papel igualmente promotor.) :
“Cuarto. Las empresas que se adhieran al Acuerdo Marco, iniciarán, junto al gobierno nacional, un proceso exploratorio de diálogo para el establecimiento de compromisos específicos sobre los siguientes aspectos:
• Garantizar el cumplimiento de los derechos y deberes laborales.
• Asegurar el cumplimiento de la responsabilidad social de las empresas con sus trabajadores, trabajadoras, la comunidad y el país.
Promover formas y procedimientos de participación del colectivo de trabajadores y trabajadoras, en la gestión y propiedad accionaria de las empresas.
–negrillas nuestras-.

Con el objeto de poner en antecedentes una característica de la organización empresarial en Venezuela, una consideración inicial es tener presente que el desarrollo de la organización del trabajo en las empresas privadas, recibe en una primera etapa una enorme influencia de las empresas transnacionales petroleras. Para entonces el empresariado nacional era casi inexistente. Resulta que estas empresas fueron pocos permeables a dar la más mínima participación a las incipientes organizaciones de los trabajadores. Además, como ellas fueron muy influyentes en la organización que se desarrolló en el país en años posteriores, al iniciar Venezuela su política de industrialización, basada en la sustitución de importaciones, en la década de los sesenta, sentaron su huella caracterizada por no permitir inherencia de los sindicatos en lo que ellas denominaban “las prerrogativas gerenciales”, que refería al manejo de la organización técnica y administrativa del negocio, y a cambio de ello permitir una agenda de reivindicaciones socio económicas más o menos frondosas, las que ocupaban totalmente la atención de los sindicatos, y los alejaban de los problemas y temas de la gestión de las empresas. Incluso disposiciones que se generalizaron en el funcionamiento de las relaciones laborales venezolanas, como el papel de los sindicatos como oferente de fuerza de trabajo –cláusula de ingreso- fue totalmente impedido en el sector petrolero, y tan sólo se permitió para el ingreso de los trabajadores a las empresas contratistas, es decir no en las operadoras principales.
Luego de la nacionalización petrolera -1976- se constituye la empresa PDVSA, y en un principio varias empresas operadoras que correspondían casi exactamente a las operadoras extranjeras, que recién habían sido indemnizadas (por ejemplo Creole devino en Lagoven, la Shell en Maraven). Pues bien, estas compañías filiales de PDVSA no incorporaron a los Directores Laborales, y no pasó nada. Su explicación consistía en que al tener la casa matriz al Director Laboral, no se sentían obligadas a incorporarlo en las operadoras. La dirigencia sindical petrolera hizo el gesto de solicitarlo. Pero téngase en cuenta que las bases sindicales no sentían esta representación como propia, por tanto no fue tema de un genuino conflicto laboral.
En la década de los ochenta el discurso neoliberal se hizo dominante, y atrás quedaron todas las posibilidades de que el sector empresarial hiciera gestos a favor de la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas.
En el período bolivariano la crisis económica y política que se manifestó plenamente en los años 2002 y 2003, dejó a muchas empresas en dificultades operativas. El gobierno ha promovido iniciativas para hacerse de empresas en sectores que considera estratégico, las negociaciones han estado orientadas a entenderse con los antiguos propietarios, cumpliéndose con reglas formales en las correspondientes transacciones. (El juicio que aquí se emite está relacionado con actividades productivas industriales y de servicios. La situación del campo –agrícola y pecuario- no es foco de los planteamientos considerados en el presente documento).
Otro programa digno de mención es el llamado “Acuerdo Marco de Corresponsabilidad para la Transformación Industrial”, sobre este programa:
Del acuerdo marco de corresponsabilidad han surgido 120 empresas cogestionarias. Solamente hay cuatro casos donde el Estado ha obligado a ceder la propiedad. Declara Elio Colmenares, Vice Ministro de Industrias Ligeras y Comercio y responsable del programa “Acuerdo Marco de Responsabilidad”.. –AMC- que a partir de marzo se empezó a llamar “Fábrica Adentro”. Admite que hay conflictos y desacuerdos entre Edo y propiedad privada, porque es un programa nuevo y tiene una nueva manera de ver las relaciones de producción, además no se han fijado normas. El AMC ofrece ayuda técnica y financiera a empresas con dificultades “casi quebradas”, a cambio de la participación. de los trabajadores. en la gestión y en la junta .directiva, así como un compromiso con la comunidad y la población donde está la fábrica“ . EL AMC ha brindado atención financiera a 595 empresas, por un monto de 600 millardos a un interés que va desde 4 al 8%, con un año de gracia y la entrega en tres porciones. Señala solo 4 casos de expropiaciones (Invepal, Inveval, Sideroca y Central Cumanacoa)” Ult.Noticias, 30-7-06 p.33.

Sobre el manejo y los resultados de estos recursos y en general el funcionamiento de estas experiencias no se tiene una información oficial. A lo sumo declaraciones aisladas de funcionarios, como es el caso anterior. Quién por la misma fecha indicó que “Empresas en cogestión calculan pérdidas durante dos años” –El Nacional, 13-8-06, A15. Lo que en otras palabras pudiera entenderse que ya estarían muchas de ellas brindando ganancias sea para las acciones estatales, de los trabajadores o el apoyo a programas comunitarios.